Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han creado ratones transgénicos en los que se puede visualizar, por primera vez en un animal vivo, el crecimiento de los vasos linfáticos a medida que son invadidos por un tumor.
Una de las principales vías que usan las células cancerígenas para diseminarse por el organismo y generar metástasis es el sistema linfático. Para averiguar qué tumores lo usan más y cómo bloquearlo, investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han desarrollado una técnica tan precisa que muestra qué ganglios linfáticos están a punto de ser invadidos por las células tumorales.
El trabajo, que se publica esta semana en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), muestra en ratones transgénicos como, por primera vez en un animal vivo, se puede visualizar el crecimiento de los vasos linfáticos a medida que progresa el tumor.
Los ratones que ha creado el grupo de investigación liderado por Sagrario Ortega parecen del todo normales a simple vista. Pero los animales tienen varios genes adicionales, que se expresan en las paredes de los vasos linfáticos. Uno de estos genes es el de una proteína llamada luciferasa, responsable de que las luciérnagas emitan luz.
Así, los ratones, y en concreto sus vasos linfáticos, emiten luz cuando se les inyecta una sustancia inocua sobre la que actúa la luciferasa. La luz es captada en la oscuridad por cámaras especiales.
“Los ratones expresan en la pared de los vasos linfáticos la proteína que hace que las luciernagas emitan luz, la luciferasa. Sin embargo, los ratones no producen luciferina, por lo que para originar la emisión de luz por los vasos linfáticos hay que inyectarles esta sustancia, que es totalmente inocua para el animal. Actualmente las proteínas fluorescentes o bioluminiscentes se utilizan en gran cantidad de estudios y modelos, tanto in vitro como in vivo”, declara a SINC Inés Martínez Corral, autora principal del estudio e investigadora en el Instituto de Investigación del Cáncer del Reino Unido en la actualidad.
El otro gen es el de la proteína fluorescente verde (GFP) que permite visualizar los vasos linfáticos a nivel celular. Lo que hace a estos ratones muy útiles para el estudio del cáncer y la metástasis es que en ellos los vasos linfáticos emiten mucha más luz cuando proliferan, algo que ocurre en los tumores.
La función normal de la red vascular linfática es recoger el fluido extravasado de los tejidos y reconducirlo al torrente sanguíneo; cuando un tumor crece en un tejido crece también la red linfática que lo rodea y las células cancerígenas recurren a esas nuevas vías para desplazarse y formar metástasis. La primera parada del viaje de estas células son los ganglios linfáticos; después, colonizan y generan metástasis en órganos distantes.
Un avance hacia nuevas terapias
“Hoy se dispone de varias técnicas para visualizar la proliferación de los vasos sanguíneos, pero no de los linfáticos”, explica Ortega. “Es la primera vez que vemos este proceso con una precisión tal que se detecta la activación de los ganglios linfáticos antes de que lleguen las primeras células tumorales. Estos ratones proporcionan una herramienta muy valiosa para el estudio de la metástasis y para el desarrollo de nuevas terapias antimetastásicas”.
Se sabe que para algunos tumores, como el melanoma o el de mama, es muy importante la vía linfática para la generación de metástasis. Pero, en general, según los autores la relación entre la formación de nuevos vasos linfáticos (linfoangiogénesis) y la diseminación del tumor está muy poco estudiada.
"Este modelo está realizado por modificación genética, por lo que la estrategia utilizada para su generación no es aplicable a humanos. El beneficio que tiene este modelo es que constituye una herramienta para el estudio del sistema linfático que va a permitir, no sólo caracterizar el papel que éste sistema juega en diversas patologías tales como el cáncer, sino que también es una herramienta excelente para el ensayo de fármacos dirigidos a controlarlas", apunta Martínez Corral.
Los nuevos ratones transgénicos ya están siendo utilizados por varios grupos del CNIO para buscar marcadores que identifiquen a los tumores que más generan metástasis por la vía linfática, y también para investigar cómo bloquear farmacológicamente el proceso.