Los técnicos de la central nuclear de José Cabrera de Guadalajara han realizado hoy un simulacro de emergencia, tal y como exige su Plan de Emergencia Interior. En la prueba ha participado la Organización de Respuesta ante Emergencias del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
La actuación del CSN se desarrolló desde la Sala de Emergencias (SALEM), desde donde hizo un seguimiento del estado de planta y de las actuaciones del titular para la recuperación de las condiciones de seguridad.
El ejercicio comenzaba a las 10h17 de la mañana a partir de la notificación por parte del titular de la instalación de una prealerta de emergencia en el emplazamiento debido a un imaginario incendio que afectaba a uno de los almacenes de residuos que contienen material de media y baja actividad.
Durante el simulacro, se reclasificó la situación a ‘alerta de emergencia’ debido al posible impacto radiológico al exterior que podía causar el incendio, que fue sofocado por la brigada contra incendios de la propia instalación.
En el supuesto incendio resultaban afectados tres bidones de residuos de media y baja actividad. Aunque esta circunstancia habría dado lugar a un impacto radiológico exterior muy reducido, el CSN activó de forma inmediata su Organización de Respuesta ante Emergencias en modo 2 y estuvo en permanente comunicación con las organizaciones involucradas en la resolución de la emergencia.
El titular llegó a declarar la categoría II (Alerta de Emergencia) de su Plan de Emergencias Interior. Si hubiera sido real, un suceso de esta naturaleza habría sido clasificado con un nivel 1 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES).
Un Plan actualizado desde 2009
En octubre de 2009 el Consejo de Ministros aprobó el plan director correspondiente al plan de emergencia nuclear exterior a las centrales nucleares de José Cabrera y de Trillo de Guadalajara.
El actual Plan Básico de Emergencia Nuclear (PLABEN), aprobado por el Real Decreto 1546/2004, de 25 de junio, y modificado por el Real Decreto 1428/2009, de 11 de septiembre, es una revisión del anterior PLABEN (aprobado por Acuerdo de Consejo de Ministros de 3 de marzo de 1989).
Su aprobación supuso un proceso importante de adaptación de la planificación ante emergencias nucleares, y permitió la aprobación del Plan de Emergencia Nuclear del Nivel Central de Respuesta y Apoyo (PENCRA), y las Directrices por las que se han de regir los Programas de Información previa a la población, de formación y capacitación de actuantes, así como los ejercicios y simulacros de los Planes de Emergencia Nuclear, exteriores a las centrales nucleares de potencia.
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