Esta semana la publicación de 18 estudios científicos proporciona una visión global de los efectos de estos vuelos en el cuerpo humano. Los resultados, que van desde cambios moleculares o del microbioma hasta respuestas del sistema inmunitario, suponen la mayor fuente de datos sobre medicina aeroespacial divulgados hasta la fecha.
La Universidad de Oviedo ha liderado el estudio más detallado hasta la fecha de las comunidades microbianas de la llamada zona de exclusión. El trabajo registra los mismos valores de riqueza microorgánica en los humedales muestreados dentro y fuera de esta zona, que abarca 30 km alrededor del lugar del accidente nuclear.
Ilustración de Max Planck. / Curro Oñate
En la Zona de Exclusión de Chernóbil, un equipo liderado por Germán Orizaola de la Universidad de Oviedo ha realizado un estudio que sugiere la existencia de respuestas adaptativas frente a la radiación en vertebrados. Los ejemplares con mayores niveles de melanina, habrían sufrido un menor impacto de la radiación liberada por la catástrofe nuclear.
Hace hoy 35 años, la central nuclear de Chernóbil sufrió un accidente tan grave que obligó a delimitar una zona de exclusión de 30 km, ahora convertida en una reserva natural. Sin humanos, lobos, osos pardos, linces boreales, ranas y caballos, entre otros, proliferan y se adaptan en un área radiactiva, cuyo futuro sigue sin estar claro, según el ecólogo español Germán Orizaola que trabaja sobre el terreno desde hace cinco años.
Se cumplen 35 años del fatídico incidente en la central nuclear de Chernóbil, cuyas consecuencias reales han sido muy difíciles de estimar. Dos estudios publicados en la revista Science analizan los efectos genéticos de la radiación en las personas que sobrevivieron y en su descendencia.
El accidente de Fukushima obligó a evacuar una gran zona alrededor de la central nuclear. Libre de humanos, jabalíes, civetas, mapaches japoneses y macacos, protagonistas del #Cienciaalobestia, han sobrevivido a la contaminación, como lo hicieron otros animales 35 años antes en Chernóbil. El área experimenta ahora un proceso de renaturalización.
Las mitocondrias, que son las encargadas de suministrar la mayor parte de la energía para la actividad celular, se pueden volver disfuncionales en los viajes espaciales. Esta es la conclusión a la que ha llegado un equipo de investigación internacional, que ha explorado cómo responden las células a esta situación y cuyos resultados pueden tener implicaciones en los estudios oncológicos en la Tierra.
Investigadores de las universidades Carlos III de Madrid y de Jaén han presentado un sistema de predicción de la radiación solar en la península ibérica que reduce hasta en un 30 % el error en los pronósticos. Los resultados pueden ayudar a un mejor aprovechamiento de la energía solar en este territorio.
¿A cuánta radiación nos exponemos por los dispositivos móviles en eventos multitudinarios? Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha han medido la que se recibió de las antenas temporales de telefonía y los terminales de más de 2,5 millones de personas durante la Feria de Albacete y los resultados revelan que los valores máximos registrados no llegaron al 0,004% de los límites permitidos.