"Hacen falta más formación e información tanto para los empresarios como para los empleados de las empresas que construyen invernaderos en materia de prevención de riesgos laborales. Hay un desconocimiento general de la legislación en materia de prevención de riesgos". Esta es una de las recomendaciones que se desprenden del estudio coordinado elaborado por José Pérez Alonso, profesor de construcciones agrarias del Departamento de Ingeniería Rural de la Universidad de Almería, y cuyos resultados han publicado recientemente en la revista Safety Science.
Para llevar a cabo este trabajo, financiado por la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía y por el Ministerio de Ciencia, el profesor Pérez Alonso, junto con otros expertos, ha visitado y analizado el 20% del total de las empresas constructoras de invernaderos que hay en Almería, "una muestra muy amplia". A partir de un trabajo general sobre riesgos laborales hecho en la Universidad de Granada, el grupo almeriense ha adaptado y ampliado el cuestionario granadino al sector concreto que ellos trabajan. Primero han descrito las características de cada empresa (facturación, número de empleados, tipo de invernaderos que construyen...); después han realizado una segunda parte del cuestionario con aspectos sobre la seguridad y salud en los procedimientos de construcción (si usan guantes y gafas de protección, o si visten ropa adecuada). En un tercer apartado han abordado el asunto de la prevención y las actividades concretas a este respecto (si contratan el servicio o lo gestionan ellos, si se evalúan las actividades o no...). Y por último, han querido conocer cuál es la percepción de la responsabilidad en temas de seguridad y prevención y si hay una buena coordinación en estos aspectos.
Tras este exhaustivo cuestionario, y a través de un análisis matemático multivariante de correspondencias múltiples, es decir, un análisis que les permite correlacionar diferentes variables, han podido concluir que "hay una relación directa entre el tamaño de la empresa y las actividades de prevención. A mayor número de trabajadores y mayor facturación, mejor actividad preventiva y de seguridad". Esta es una realidad que se cumple en todas las variables. Y la más señalada es la de la formación e información. "Se aprecian carencias en estos aspectos porque la tónica es que los empresarios, gerentes y trabajadores, sobre todo de compañías pequeñas, no conozcan a fondo la legislación en esta materia", afirma.
En general, cuenta que, las empresas cumplen los mínimos en materia de prevención en comparación con el resto del sector de la construcción, pero necesitan mejorar muchos aspectos. Por ejemplo, "las empresas sí realizan los reconocimientos médicos pertinentes pero no suelen iniciar una obra con un plan de seguridad".