La piel de la nariz de muchos mamíferos, como perros, hurones y vacas, presenta surcos que forman multitud de polígonos. Investigadores de Suiza, con la participación de expertos españoles, han analizado en detalle cómo se forman estos patrones en el embrión utilizando técnicas de imagen y simulaciones por ordenador.
Un equipo de científicos de la Universidad de Ginebra ha desentrañado el enigma de los intrincados patrones poligonales que adornan la nariz de mamíferos como perros, hurones y vacas. Este descubrimiento, publicado en la revista Current Biology, arroja luz sobre un fascinante proceso de desarrollo embrionario.
Liderados por Michel Milinkovitch, del departamento de Genética y Evolución de la Universidad de Ginebra (Suiza), los investigadores han utilizado técnicas avanzadas de imagen 3D y simulaciones para analizar cómo se forman estos patrones durante el desarrollo del embrión. El estudio revela que el crecimiento diferencial entre las capas de la piel posee un papel crucial en la formación de estas estructuras.
El equipo descubrió que los vasos sanguíneos en la capa profunda de la piel (dermis) actúan como pilares rígidos, mientras que la capa externa (epidermis) crece más rápidamente. Esta diferencia en el crecimiento genera un estrés mecánico que se concentra en los puntos donde se encuentran dichos vasos, formando cúpulas y surcos en la superficie de la nariz.
El descubrimiento no solo ayuda a comprender mejor la diversidad y complejidad de la vida, sino que también podría tener aplicaciones en otros campos de estudio. Este proceso, denominado ‘información posicional mecánica’, explica por primera vez cómo se forman estas estructuras biológicas asociadas a los vasos sanguíneos.
Este estudio, realizado en colaboración con la Universidad París-Saclay, la Escuela Nacional Veterinaria de Alfort y el Instituto de Neurociencias de San Juan de Alicante, marca un hito importante en la comprensión de los procesos morfogenéticos que dan forma a los seres vivos.
Referencia:
Paule Dagenais et al.: ‘Mechanical positional information guides the self-organized development of a polygonal network of creases in the skin of mammalian noses’. Current Biology (2024)