El trasplante es la mejor opción terapéutica para los pacientes con enfermedad renal crónica. Pese a que España es líder mundial en trasplantes de órganos, los expertos insisten en la necesidad de una mayor prevención y un diagnóstico precoz de la patología.
“Riñones para vivir” es el lema escogido este año para celebrar el Día Mundial del Riñón. En esta edición el objetivo de los profesionales que tratan las enfermedades renales es dar a conocer la importancia de su prevención y diagnóstico precoz.
En concreto, los especialistas han querido destacar a los pacientes que se encuentran en el estadio 5 de la Enfermedad Renal Crónica (ERC), momento en el que necesitan un tratamiento sustitutivo. De estos pacientes, alrededor de 50.000 personas en España, un 48% está trasplantado y el resto en tratamiento con diálisis.
La prevención de esta patología, que aumenta cada año, se realiza mediante hábitos de vida saludables, aunque las personas más susceptibles a sufrirla son personas con diabetes e hipertensión. El doctor Alberto Martínez Castelao, presidente de la Sociedad Española de Nefrología, cuenta a SINC que el diagnóstico precoz en crucial y que un simple análisis de sangre y orina es suficiente para detectar la patología.
“Tenemos que fomentar la detección de la insuficiencia renal en los primeros estadios y evitar así que progrese”, insiste Castelao. “El trasplante no deja de ser, de alguna manera, un fracaso de los médicos, ya que no hemos podido hacer nada para frenar la evolución de la enfermedad”.
A pesar de ser una patología con una prevalencia menor a otras, como las enfermedades cardíacas y respiratorias, la ERC supone un gasto económico “elevadísimo” para la sociedad al consumir un 2,3% del presupuesto sanitario nacional.
El trasplante, la mejor alternativa
“Con más de 90 trasplantes por millón de población en el último año, España es el país de referencia mundial”, afirma Beatriz Domínguez-Gil, experta en nefrología de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT).
En el año 2010 había 49.005 pacientes con ERC en estadio 5 en España; de ellos, casi la mitad, 24.124, tienen un trasplante renal. “Esta es la mejor terapia disponible para estos enfermos ya que proporciona mejor supervivencia, calidad de vida y además, es el tratamiento de menor coste”, explica Domínguez-Gil.
Pero España no es solo un modelo a seguir en cuanto al número de trasplantes. Manuel Arias, presidente de la Sociedad Española de Trasplante (SET) explica que esta técnica es un marcador de los avances tecnológicos y de la calidad médica y asistencial de un hospital y un país.
En el mundo hay mucha disparidad en el acceso a un trasplante renal pues este tratamiento requiere de una gran infraestructura y profesionalidad. Si tenemos en cuenta el Producto Interior Bruto español, la calidad de esta técnica es “absolutamente desproporcionada”, según Arias. A modo de ejemplo, la vida media de un injerto en España es de unos 18 años, mientras que en la Unión Europea es de 12 y en EE UU es todavía menor.
“Tenemos un sistema de salud universal y gratuito que es clave para la elevada supervivencia de los pacientes trasplantados –afirma Arias–. Es responsabilidad de todos que se mantenga, tanto por parte de la administración como de los ciudadanos, vigilando que la gratuidad no caiga en el abuso”.
Cambio en el perfil del donante
En los últimos años ha habido un cambio en las características del donante de órganos. El perfil de joven fallecido en accidente de tráfico es cada vez menos común. Los donantes actuales son de edad avanzada y acostumbran a fallecer por hemorragia cerebral o ictus.
Este dato es una traba a la hora de encontrar donantes para pacientes pediátricos. Es por eso que, desde hace unos años, se promueve mediante la educación y la concienciación el trasplante de órganos de donantes vivos. Actualmente hay dos Programas Nacionales, el Cruzado y el del Buen Samaritano, que trabajan en la búsqueda de donantes de riñón vivos. De hecho, en 10 años se ha multiplicado por diez este tipo de trasplante.
Más de 55 niños recibieron en 2010 un trasplante de riñón, de acuerdo con los últimos datos del Registro Español Pediátrico de Insuficiencia Renal Terminal (REPIR1). Esta cifra ha permanecido estable en las últimas dos décadas con un media de entre 60 y 70 nuevos trasplantes, lo que sitúa a España entre los países europeos con mejores datos. En este momento, se estima que tan sólo 60 niños-adolescentes españoles están a la espera de un trasplante y el tiempo de espera no supera el año.