El Fondo de Carbono para una Economía Sostenible ha sido regulado hoy en la Moncloa. Su objetivo es impulsar la actividad económica promoviendo las actuaciones de las empresas españolas en la lucha contra el cambio climático y así también contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero. El Fondo, adscrito a la Secretaria de Estado de Cambio Climático, refuerza la participación de España en los mercados de carbono.
El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto por el que se regula el Fondo de Carbono para una Economía Sostenible. El fondo de Carbono pretende apoyar la transformación del sistema productivo español en un modelo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero. Impulsará la actividad de las empresas en la lucha contra el cambio climático mediante la adquisición de créditos de carbono. De este modo, se contribuye al cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones asumidos por España.
La Ley de Economía Sostenible introdujo en el ordenamiento jurídico las reformas estructurales necesarias para favorecer un desarrollo económico sostenible. Entre estas medidas, el artículo 91 de la Ley crea un Fondo para la compra de créditos de carbono adscrito a la Secretaría de Estado de Cambio Climático, cuyo funcionamiento se regula en este Real Decreto.
El Fondo estará gestionado por un Consejo Rector, presidido por la Secretaria de Estado de Cambio Climático, que establecerá las prioridades, tanto en las relaciones con los mercados internacionales como nacionales de carbono, promoviendo la reducción adicional de emisiones de gases de efecto invernadero más allá de lo establecido en la normativa sectorial.
En ambos casos, y de manera congruente con los objetivos de la Ley de Economía Sostenible, la actividad del Fondo tendrá por finalidad impulsar la actividad económica por parte de las empresas españolas en los nuevos sectores asociados a una economía baja en carbono, generando nuevas oportunidades de creación de empleo.
Con este España dará continuidad a su participación en los mercados de carbono. Es una oportunidad, no sólo para avanzar hacia los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino también para promover nueva actividad en sectores asociados a la lucha contra el cambio climático.