El anolis verde (Anolis carolinensis) es la primera especie de lagarto cuyo genoma completo se ha secuenciado y ensamblado. Este pequeño animal autóctono del sudeste de EE UU ofrece nueva información sobre cómo evolucionaron los vertebrados desde que los mamíferos y los reptiles se separaran hace 320 millones de años, según los científicos del Instituto Broad (EE UU) que lideran el estudio.
Los científicos del Instituto Broad (EEUU) ya han ensamblado y analizado más de 20 genomas de mamíferos, incluso de algunos de nuestros parientes más cercanos, pero el de los reptiles era un campo relativamente poco explorado. El genoma del anolis verde arroja luz sobre la evolución de los humanos, de todos los mamíferos y de sus parientes reptilianos.
“Hemos secuenciando el genoma de animales de diferentes partes del árbol evolutivo de los vertebrados, pero hasta ahora no se había secuenciado el genoma de los lagartos”, declara Kerstin Lindblad-Toh, director científico de genómica de los vertebrados del Instituto Broad y autor principal del artículo que publica Nature. “Era una rama importante que investigar”.
Cuatrocientas especies de anolis verdes se han extendido por las islas del Caribe, Norteamérica, Centroamérica y Sudamérica, hecho que los convierte en un modelo muy atractivo para estudiar la evolución. “Aunque contamos con bastante información sobre su biología y su comportamiento, la información genómica puede constituir la pieza clave para entender por qué los lagartos se han diversificado tanto”, explican los expertos.
El origen de los genes saltarines
Una de las cuestiones que este genoma recién secuenciado puede aclarar tiene que ver con el origen de los elementos no codificantes del genoma humano. Estas regiones no cuentan con genes que codifiquen proteínas, pero se piensa que tienen un papel importante, ya que han permanecido inalterados durante miles de años.
“En ocasiones hay que mantenerse a una cierta distancia para entender cómo evolucionó el genoma humano”, declara Jessica Alföldi, coautora del artículo e investigadora del grupo de genómica de los vertebrados del Instituto Broad.
Los científicos se preguntaron de dónde salían estos misteriosos elementos y plantearon la hipótesis de que podían ser transposones, es decir, secuencias de ADN que una vez fueron capaces de copiarse y pegarse por sí mimas en diferentes partes del genoma. En los humanos, muchos de estos 'genes saltarines' han perdido la capacidad de saltar, pero esta habilidad se ha mantenido en esta especie de lagarto verde.
“Los anolis tienen una biblioteca viviente de elementos transponibles”, subraya Alföldi. Los científicos compararon estos elementos móviles con el genoma humano y descubrieron que cerca de 100 de estos elementos no codificantes procedían de estos genes saltarines.
La selección natural en el anolis verde
Algunos lagartos tienen las patas cortas y pueden andar sobre ramitas finas, otros son de color verde, con patas con dedos largos para vivir en la copa de los árboles, y otros son amarillos y marrones y viven en la hierba.
“Los anolis se han comparado a los pinzones de Darwin y se parecen en muchos aspectos”, afirma Jonathan Losos, coautor del artículo y profesor de la Universidad de Harvard (EE UU). De forma muy parecida a estas aves, los anolis se adaptaron hasta completar todos los nichos ecológicos que las islas les ofrecían. Sin embargo, a diferencia de los pinzones, los lagartos de La Española, Puerto Rico, Cuba, y Jamaica evolucionaron de forma independiente.
“Nos enseñan los mecanismos de la selección natural, cómo se van adaptando las especies a los hábitats. Pero, en el caso de los lagartos, la diferencia se encuentra en que esta evolución ocurrió cuatro veces, una vez en cada una de las islas”, añade Losos.
Por sus papadas se distinguen
Los científicos han averiguado además que muchos de los genes de los anolis están asociados con la visión del color, que usan para identificar a sus parejas ya que los machos y las hembras de muchas especies lucen colores vivos en la papada. Según explica Losos, “los anolis tienen una visión de los colores extraordinariamente buena, algunas especies pueden ver incluso en la franja ultravioleta”.
Otros estudios indican que los anolis pueden distinguir entre colores y patrones parecidos. “Está muy claro que una de las funciones de la papada es distinguir a unas especies de otras”, añade el experto.
Por último, el equipo descubrió que al igual que los mamíferos, estos reptiles parecen tener los cromosomas XX y XY (a diferencia de las aves, en las que los machos tienen dos cromosomas sexuales llamados ZZ y las hembras dos diferentes ZW).
Referencia bibliográfica:
Alfoldi J et al. “The genome of the green anole lizard and a comparative analysis with birds and mammals.” Nature, 31 de agosto de 2011 doi:10.1038/nature10390