La revista de tecnología más antigua del mundo, Technology Review, destaca en su último número, dentro de las reseñas de su sección de blogs del arXiv, uno de los trabajos realizados por David Zueco, investigador post-doc del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón (ICMA), centro mixto de la Universidad de Zaragoza y del CSIC. El trabajo, realizado con Fernando Galve (IFISC) de Mallorca y con el colombiano Leonardo Augusto (UNC), demuestra que en algunas condiciones sí pueden existir fenómenos cuánticos en temperaturas ambientes.
La revista Technology Review, publicada en varios idiomas, reseña en su número del 11 de febrero el trabajo realizado por este joven investigador en colaboración con Fernando Galve del IFISC de Mallorca, y con el científico Leonardo Agusto Pachón de la Universidad Nacional de Colombia.
La investigación realizada por estos tres jóvenes físicos se inicia en 2009, en la Universidad de Ausburgo (Alemania), donde Zueco durante ese tiempo se encontraba realizando una estancia científica en un Cluster de excelencia investigadora, gracias a una beca del gobierno de Baviera. Es entonces cuando deciden investigar para saber más de una propiedad de la Física Cuántica, denominada “entrelazamiento” que comparten dos o más objetos y permite que existan fuertes correlaciones entre ellos.
“Ya Einstein, discutió sobre lo antiituivo de esta propiedad cuántica al imaginar un experimento con dos fotones, dos partículas entrelazadas, donde, aunque estuvieran alejadas la una de la otra lo que le sucedía a una, inmediatamente afectaba a la otra”, explica Zueco.
En el mundo científico hay consenso sobre la propiedad científica del “entrelazamiento” aplicada a los fotones, a las partículas microscópicas, “al estar demostrado que se pueden comunicar instantáneamente aunque estén separados”, apunta este post-doc del ICMA, que asegura que aunque exista el entralazamiento en la Naturaleza no se da entre los objetos y las personas.
La razón de que dos objetos o dos personas no tengan esta propiedad de entrelazamiento obedece a un claro proceso llamado decoherencia. “No estamos aislados, estamos en contacto con las partículas de ambiente y a esa temperatura, la mecánica cuántica desaparece”, apunta David Zueco.
El trabajo demuestra por primera vez que en algunas condiciones sí pueden existir fenómenos cuánticos en temperaturas ambientes. Este descubrimiento permite afirmar que la propiedad de entrelazamiento sí puede tener cabida en determinadas circunstancias en el mundo cotidiano, y no sólo en el mundo cuántico. “Hemos trabajado para intentar alargar esa frontera que existe entre esos dos mundos, intentando demostrar que si uno inyecta energía en un sistema de forma inteligente puede hacer más grande el área cuántica. Así, se conseguiría que los objetos más grandes se puedan usar cuánticamente, aprovechando las propiedades”, asegura este joven científico que desde hace tres meses desarrolla su labor en el ICMA.
Aplicaciones del “entrelazamiento” en la vida cotidiana
Las comunicaciones cuánticas permiten múltiples aplicaciones, a partir de la propiedad de entrelazamiento. Así, según David Zueco, los pagos que efectuamos por Internet son un ejemplo, porque son posibles gracias a una transmisión segura de la información. Estos protocolos de información cuántica, que aseguran una trasmisión eficaz y fiable de datos, han sido llevados a cabo en las elecciones locales de Ginebra (Suiza) desde 2007. Todo ello demuestra que las investigaciones teóricas tienen su aplicación y que campos tan distantes como la mecánica cuántica o la propiedad del entrelazamiento están presentes en nuestra vida.
Hay evidencias científicas que reflejan cómo la Mecánica Cuántica juega una parte importante en los procesos biológicos de la Naturaleza, como ocurre en la fotosíntesis, un “proceso de transmisión de energía muy eficiente, en el que se ha demostrado que los efectos cuánticos sobreviven en temperaturas altas”, explica Zueco, que subraya: “Nuestra investigación es más modesta que ésta, porque está desarrollada desde el punto de vista teórico. Sólo apuntamos a que en determinadas circunstancias sí pueden existir fenómenos cuánticos, en temperaturas ambientales”.