Investigadores de la Universidad de Málaga han creado un avatar en 3D para tablets que puede contestar a las preguntas del usuario sin necesidad de que el dispositivo esté conectado a internet. Los investigadores aplican este asistente virtual al campo de la domótica.
Científicos del grupo Diseño de Interfaces AvaNzAdos (DIANA) de la Universidad de Málaga han desarrollado un avatar tridimensional para tabletas que contesta a las preguntas de los usuarios. El proceso se realiza sin necesidad de que el dispositivo esté conectado a internet. Los investigadores aplican este asistente virtual a la domótica.
Hasta ahora existían avatares que responden a las cuestiones de los usuarios, pero necesitan que se introduzca un texto o preguntas sencillas de un contexto limitado. También ciertos dispositivos táctiles, como los libros electrónicos o los teléfonos ‘inteligentes’, cuentan ya con motores conversacionales o pequeños avatares que se conectan a internet para funcionar.
“El software conversacional que utilizan no está en el mismo teléfono, sino que precisa la red para conectarse a un servidor que reconoce la voz, genera la respuesta y la envía a través de internet de nuevo al dispositivo; y en estos casos el tiempo de respuesta es muy alto debido a la patencia de las redes 3G”, explica la responsable del proyecto Eva González Parada.
Para solventar estos obstáculos, la novedad del nuevo avatar es que los usuarios pueden plantear su consulta en una tablet sin necesidad de conexión a internet, realizando todo el proceso en el propio dispositivo. Otra de las ventajas es su gran realismo, ya que presenta un avatar fotorrealista y la animación de sus labios está sincronizada con el audio de la respuesta.
Este avance se consigue mediante la utilización de realidad virtual. “Queremos que el asistente virtual se comunique lo más parecido posible a como lo hacemos las personas. Asimismo, si está pronunciando la letra o, su boca adoptará esa posición”, matiza la investigadora.
El equipo ha programado el avatar de forma que sus conversaciones sean lo más parecidas al lenguaje natural. Para ello, incorporan un módulo de motor conversacional avanzado basado en técnicas de inteligencia artificial. Esto hace que sea muy preciso en la interpretación/comprensión de la conversación.
“Los avatares actuales entienden frases muy cerradas del tipo ‘abre puerta’, pero si el interlocutor titubea y dice ‘uy, mmm, ábreme la puerta’ ya no lo entienden”, reconoce González Parada.
Aplicación en domótica
Esta precisión resulta fundamental en el entorno en el que los investigadores están probando el avatar: la domótica, donde pretenden que los usuarios no requieran un entrenamiento tecnológico para utilizarlo. Para ello, combinan el asistente virtual con una serie de sensores para conseguir el control automático de parámetros como la iluminación o solicitar información como el gasto de agua una vivienda.
“Podemos saber dónde se está consumiendo más y por qué -comenta la experta-. Por ejemplo, el usuario demanda: '¿Cuál es mi consumo de agua y dónde tengo el más elevado?' y el avatar lo muestra en pantalla o lo dice verbalmente: 'Lo que más consume es la lavadora' o un frase similar”.
Actualmente, los investigadores están probando el motor conversacional del avatar. “Las primeras pruebas han mostrado una correcta sincronización entre la animación y el habla del asistente virtual”, adelanta la científica. El siguiente paso es aumentar los contextos que reconoce, es decir, aumentar sus datos de registro para que almacene más información y contemple más conceptos en su habla.
El proyecto se desarrolla en colaboración con la empresa Interfaces Hombre-Máquina Avanzados. La firma malagueña ha desarrollado la plataforma hardware y las redes de sensores que aportan información al avatar.