Especialistas de Salamanca participan en una investigación internacional sin precedentes acerca de las sibilancias o silbidos en el pecho en niños lactantes. Científicos de varios países de Europa y América Latina tratan de averiguar las variables que influyen en la aparición de este síntoma que en un tercio de los casos recurrentes llega a a derivar en asma o en otros problemas respiratorios cuando el individuo se hace mayor.
El carácter pionero de este estudio se debe a varios aspectos, según explica Ángel Martín Ruano, pediatra de Atención Primaria y profesor del Departamento de Obstetricia, Ginecología y Pediatría de la Universidad de Salamanca. En primer lugar, nunca se ha abordado una investigación sobre silbidos al respirar en lactantes, a pesar de que la prevalencia es mayor en el primer año de vida que en edad escolar; apenas existen trabajos de este tipo en los que haya participado más de un centro y todos están en inglés; además, se basan en etiología viral; y sólo existe un estudio internacional al respecto.
Muchas variables
Por el contrario, este ambicioso proyecto engloba a siete países (México, Colombia, Venezuela, Chile, Brasil, España y Holanda), con las recientes incorporaciones de Portugal, El Salvador, Guatemala y, posiblemente, Nicaragua. Juntos pueden llegar a realizar unas 40.000 encuestas a padres de niños que tienen entre 12 y 15 meses con las que evaluar hasta 94 variables y averiguar la prevalencia y la tipología del fenómeno y acercarse a sus posibles causas.
Los silbidos al respirar manifiestan una dificultad a la hora de expulsar el aire, un hecho que se produce como consecuencia de la contracción de los bronquios y que significa que también existen problemas para inspirar y, por lo tanto, sensación de agobio y cansancio. Sin embargo, se desconocen las causas de estas dificultades, aunque hay indicios de que ciertos factores influyen de forma decisiva: la medicación de la madre (en particular la ingesta de paracetamol durante el embarazo), la dieta materna o la posibilidad de que sea fumadora.
Para averiguarlo se ha elaborado una encuesta exhaustiva de 77 preguntas que se realiza en casi la totalidad de los centros de Atención Primaria de la provincia de Salamanca. Antes de finalizar 2009 pretenden haber recogido un millar de encuestas y ya han realizado una primera evaluación con 120 encuestas.
Nuevas perspectivas
La posibilidad de comparar los resultados de diferentes países dar ofrecerá nuevas perspectivas a este problema. Además, el hecho de que se trate de un estudio iberoamericano casi en exclusiva aporta también un matiz interesante, puesto que los estudios anglosajones utilizan conceptos diferentes al de sibilancias. Así, en inglés se utiliza el término wheezing, que además de sibilancia hace referencia al agobio y la opresión en el pecho, pero en español no hay una traducción exacta, de manera que, una vez más, este estudio es innovador.
Además, los investigadores manejan nuevas hipótesis, como que los casos varían según las zonas geográficas, además de que sería importante “tener medidas reales para observar tendencias futuras”, apunta Ángel Martín Ruano. Tras analizar 120 encuestas, Martín Ruano y otros especialistas han elaborado un estudio preliminar, aunque “las conclusiones no son concluyentes”, insisten, sino orientativas para enfocar el resto de la investigación.
Entre los datos destacados, está que la prevalencia de sibilancias en el primer año de vida es del 37’5% y de sibilancias recurrentes (cuando se han producido tres o más episodios de crisis en el primer año de vida) es del 14’2%. Además, la edad de inicio más frecuente se sitúa entre los 4 y 6 meses. Los ß2 inhalados constituyen el tratamiento más frecuente, según los datos que han recopilado. En el 47% de los casos, los padres consultaron los hechos en un servicio de urgencias. Finalmente, entre los posibles factores de riesgo están cuestiones tan disparse como la sistencia guardería y o el tabaco durante el embarazo.
No obstante, la investigación sigue su curso a falta del grueso de los resultados y para ello los pediatras salmantinos cuentan con ayudas por parte de la Fundación Ernesto Sánchez Villares, la III Beca MSD de Investigación en Patología Respiratoria Infantil y la financiación de la Junta de Castilla y León. Aunque las encuestas se completarán a lo largo de este año, el análisis de resultados y los estudios estadísticos se prolongarán hasta junio de 2010, con la colaboración del Departamento de Bioestadística de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca.