Aids Vaccine 2013 se cierra con los resultados de un ensayo en fase I

Un nuevo concepto de vacuna para el VIH induce una prometedora respuesta en personas sanas

Aunque son resultados muy preliminares, uno de los últimos trabajos presentados en el congreso internacional del sida ha conseguido una respuesta diez veces mayor que los ensayos que habían fracasado hasta ahora en personas no infectadas. Investigadores españoles están utilizando la misma vacuna en 24 pacientes con VIH para ver si este diseño posee también valor terapéutico.

Tomas Hanke
Tomas Hanke esta mañana en el congreso. / SINC

Durante las cuatro jornadas que ha durado el congreso Aids Vaccine 2013, a falta del esperado hallazgo de una vacuna eficaz contra el VIH, quedan los prometedores resultados de las investigaciones básicas.

Hoy le ha tocado el turno a un estudio liderado por Tomas Hanke, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), que ha conseguido en un ensayo en fase I –con apenas 30 personas– una respuesta diez veces mayor que el ensayo STEP, probado en miles de personas no infectadas y que se detuvo en 2007.

“Se trata de un resultado muy preliminar –ha querido dejar claro el propio Hanke durante su ponencia– aunque los resultados son muy optimistas”.

El diseño de Hanke es completamente diferente a lo que se ha probado hasta ahora en los distintos ensayos fallidos de la vacuna preventiva, como el citado STEP o el HVTN 505, parado igualmente en abril por su falta de resultados.

La vacuna preventiva, en teoría, podría llegar a proporcionar una profilaxis universal, es decir, para todas las distintas cepas del virus

Y esa diferencia comienza en el propio desarrollo de la vacuna preventiva, llamada HIVconsv, que ataca las zonas más conservadas del virus por lo que, en teoría, podría llegar a proporcionar una profilaxis universal, es decir, para todas las distintas cepas del virus del sida.

Pero el investigador de Oxford insiste en que “es un ensayo fase I en el que se está probando la seguridad y la inmunogenicidad –cómo responde el cuerpo a la vacuna–, no la eficacia ni la protección frente al virus”. De hecho, hasta la fase III de los ensayos clínicos no se prueban estos dos últimos parámetros.

Además, según ha explicado Hanke, lo interesante de estas vacunas es que poseen como vehículo un adenovirus de chimpancé (chimpadenovirus), una especie de virus del catarro para estos animales.

La ventaja de este vector con respecto al adenovirus 5 (Ad5, virus del catarro común en humanos), usado hasta ahora en la investigación en vacunas preventivas, es que, al no ser infeccioso en la especie humana, esta no posee anticuerpos contra él –como sí ocurre en el caso del Ad5–, por lo que no bloquea la acción de la vacuna y la respuesta que se obtiene es mucho mayor.

Ensayo español con chimpadenovirus

Durante la ponencia también se ha dado a conocer que un grupo de investigación de Barcelona está utilizando la misma vacuna en 24 pacientes con VIH (12 del Hospital Clínic y 12 del Germans Trias i Pujol) para ver si este diseño posee valor terapéutico.

Según ha explicado a SINC Beatriz Mothe, médico en el Hospital Germans Trias y una de las investigadoras que dirige este estudio, “lo que tiene de particular nuestro ensayo es que hemos cogido a personas que se acaban de infectar (hace dos o tres meses de media), comenzando la vacunación cuando la carga viral está controlada con los antirretrovirales”.

Un grupo de investigación de Barcelona está utilizando la misma vacuna en 24 pacientes con VIH para ver si posee valor terapéutico

El estudio es una prueba de concepto para ver si la vacuna de Hanke, que ha demostrado ser tan potente para inducir una respuesta en personas no infectadas, posee el mismo efecto en pacientes con VIH.

“Hemos querido poner pacientes que se acababan de infectar porque son los más sanos entre la población con VIH”, ha aclarado Mothe. “Su reservorio viral, que es el que no nos permite curar la enfermedad, es mucho más pequeño cuanto menos tiempo haga de la infección. La hipótesis es que en ese contexto las vacunas serán mucho más efectivas”.

Hasta ahora todas las vacunas que se han probado en ensayos terapéuticos –con gente infectada– producen muy poca respuesta. Para los expertos, la razón puede ser que tras la infección, aunque los pacientes estén tratados con antirretrovirales, nunca llegan a recuperar su sistema inmunitario.

“Este estudio nos ayudará mucho para entender si realmente podemos erradicar, si con esta vacuna movemos ese reservorio y conseguimos que sea mucho más pequeño –ha subrayado la investigadora–. Quizá así podamos estar más cerca de estrategias de curación”.

En febrero de 2014 el grupo de investigación catalán acabará las vacunaciones y comenzará a analizar la respuesta. “Esperamos tener resultados en el verano del año que viene y, en función de ellos, veremos si podemos parar tratamientos o plantear nuevos ensayos”, ha concluido Mothe.

Fuente: SINC
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