Con una pequeña muestra de suero sanguíneo extraída por ejemplo del cordón umbilical, científicos españoles han logrado detectar más de 200 compuestos contaminantes. El nuevo método de análisis permite descubrir en el organismo humano, sobre todo en recién nacidos, elementos organoclorados y bromados, que acceden al cuerpo humano a través de la alimentación, y que pueden afectar a la salud.
El método diseñado aplica diversas técnicas de cromatografía de gases con espectrometría de masas de iones negativos y captura de electrones en muestras de suero sanguíneo que no superan los 300 microlitros, la millonésima parte de un litro.
“Al precisar una cantidad tan pequeña de sangre, el método es especialmente útil para trabajar con muestras de sangre en menores y recién nacidos”, explica Joan Grimalt, autor principal del estudio publicado en Analytical and Bioanalytical Chemistry, e investigador en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (CSIC).
Los científicos trabajaron con muestras de individuos de cuatro años y suero extraído de cordones umbilicales. “La presencia de estos compuestos afecta a la salud del organismo de diversas formas e impacta especialmente en recién nacidos, pues su sistema metabólico está en formación y por tanto es más vulnerable”, declara Grimalt. Una de las consecuencias motivada por la presencia de algunos de estos compuestos es la hiperactividad.
“El método facilitará la toma de muestras y el análisis de los niveles de compuestos para que la comunidad científica pueda determinar si su presencia está detrás de determinadas afecciones, entre otras aplicaciones”, detalla el experto.
Toxicidad y peligrosidad de los compuestos
Los compuestos organoclorados, cuya utilización ha sido prohibida masivamente en todo el mundo, incluyen compuestos conocidos como los pesticidas y plaguicidas DDT y DDE. “A pesar de que han transcurrido más de dos décadas desde que se dejara de utilizar, la familia de organoclorados persiste en el ambiente y en muchos organismos, incluido el ser humano”, apunta Grimalt.
Junto a estos compuestos, el sistema de análisis es capaz de detectar diversos elementos de la familia de los bromados –menos tóxicos que los organoclorados, pero que también han sido retirados por las autoridades sanitarias de la Unión Europea.
Dos de los compuestos más conocidos de este grupo son polibromodifenil éteres (PBDE) y el hexabromociclododecano, ambos ampliamente utilizados como retardantes de llama en espumas sintéticas, para evitar que colchones y asientos ardan rápidamente.