Un grupo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III ha patentado un método que permite el diagnóstico rápido de las enfermedades bacterianas transmitidas por siete géneros diferentes de patógenos bacterianos ligados a las picaduras de garrapatas, pulgas y algunos tipos de piojos. El método ha sido reconocido como la mejor patente en la V edición de los Premios Madri+d.
La patente “Método y kit de detección de especies bacterianas mediante análisis de DNA” ha sido desarrollada principalmente por el investigador Pedro Anda, que dirige un grupo del Centro Nacional de Microbiología (CNM). Este método posibilita la identificación de patógenos según la zona geográfica, lo que permite establecer protocolos rápidos de diagnóstico y actuación, y adelantarse a la aparición de casos.
El sistema resulta de gran interés ya que las garrapatas se han convertido en el primer grupo de vectores de importancia en Salud Pública en el mundo industrializado, muy por encima de mosquitos y piojos.
Hasta el momento, se han descrito 869 especies de garrapatas de las que se han identificado un total de 38 capaces de transmitir enfermedades al ser humano. En España se han descrito 9 especies de garrapatas implicadas en la transmisión de 10 especies de bacterias patógenas para el hombre.
Enfermedades crónicas y lesiones severas
Hasta hace no mucho tiempo, se pensaba que las enfermedades transmitidas por artrópodos no llegaban a ser graves ni ocasionaban enfermedades crónicas. Sin embargo, en los últimos años, se ha constatado que los pacientes no tratados sufren, frecuentemente y dependiendo del patógeno implicado, importantes daños vasculares así como infecciones graves del sistema nervioso central.
“Todos los años fallecen en España pacientes afectados por la fiebre botonosa. Además la falta de un reconocimiento precoz de la enfermedad de Lyme da lugar a manifestaciones neurológicas graves que pueden dejar secuelas permanentes. Por otra parte, un tipo de anaplasmosis humana es capaz de provocar una inmunodepresión severa que favorece la aparición de infecciones oportunistas que pueden ocasionar la muerte del paciente afectado”, declara Anda.
El método ayudará a evitar que estas situaciones se produzcan y favorecerá la anticipación a la aparición de las mismas, ya que es capaz de determinar por zonas geográficas las especies concretas implicadas y sus reservorios y vectores. Esto permitirá establecer alertas y prevenir riesgos posteriores, adelantándose a la aparición de casos humanos y mejorando el nivel de sospecha clínica.
“Especialización” por países y zonas
De una manera general, los artrópodos son capaces de transmitir una amplia batería de bacterias, pero los investigadores han comprobado que la presencia de bacterias no es homogénea y existe una cierta “especialización” por países y zonas. Por ejemplo, en España, las especies causantes de la enfermedad de Lyme o de la anaplasmosis granulocítica son más frecuentes en el norte de la península, mientras que las responsables de la fiebre recurrente, lo son en el sur.
“Hay que tener en cuenta – explica Anda- que determinar la circulación de estos patógenos en la naturaleza es imprescindible para una evaluación adecuada del riesgo de transmisión a humanos. Por otra parte, el estudio y conocimiento de los ciclos silvestres de las bacterias transmitidas por artrópodos permite la toma de medidas de control que pueden prevenir la enfermedad en humanos. Además, dentro del listado de bacterias incluidas en la invención, se encuentra una variedad de patógenos veterinarios responsables de considerables pérdidas económicas en ganadería”.
Otra de las ventajas del sistema es su capacidad para realizar un estudio molecular frente a todos los patógenos en un mismo ensayo, con una cantidad de muestra relativamente pequeña, lo que ayuda a resolver el problema diagnóstico presente en los hospitales que no disponen de servicios para desarrollar métodos avanzados de detección molecular.
Además, el kit aporta resultados concluyentes en las fases precoces de la enfermedad y en unas pocas horas, lo que supone una considerable ventaja a la hora de instaurar el tratamiento, ya que con los sistemas actuales basados en análisis serológicos, los resultados son retrospectivos y no permiten un tratamiento precoz de la enfermedad, vital para evitar secuelas posteriores.