La semana pasada, el director general de la OMS declaró la emergencia de salud pública de importancia internacional por el brote de este virus. En nuestro país, por el momento su transmisión no es muy alta ni entraña un elevado riesgo de mortalidad, según los especialistas de la Asociación Española de Vacunología.
El rastreo genético de zarigüeyas, conejos y venados, entre otras especies, ha confirmado tanto la presencia de SARS-CoV-2 como la existencia de mutaciones virales únicas. El estudio de investigadores de EE UU ha detectado linajes que coinciden con las variantes que circularon en humanos durante la pandemia, lo que respalda aún más la transmisión de humano a animal.
El brote está evolucionando de tal modo que la Organización Mundial de la Salud cree que aumentará el número de personas afectadas con monkeypox, a medida que la vigilancia se extienda a países que no son endémicos. Hasta ahora, se han confirmado 92 casos y hay 28 sospechosos, según el organismo.
No tengamos prisa en retirar la mascarilla en interiores. Veamos cómo evoluciona la transmisión y cómo evolucionan las hospitalizaciones. Especialmente tras la retirada del resto de medidas, incluyendo aforos, pruebas y aislamientos.
Un equipo del Instituto de Salud Global de Barcelona ha mostrado en una nueva investigación que el clima tuvo un papel importante en modular la transmisión del coronavirus durante las olas pandémicas en ambos hemisferios. Los autores del trabajo han utilizado métodos estadísticos y matemáticos para detectar asociaciones transitorias.
Si algo bueno se puede decir de esta pandemia es que permite admirar el avance del conocimiento en tiempo real. Cuando la vacunación empezó solo se sabía que las vacunas previenen la enfermedad grave; seis meses —y numerosos estudios— después, se puede afirmar que también reducen significativamente la infección y la transmisión.
Una investigación española ha estudiado los conocimientos, actitudes y prácticas preventivas frente a la covid-19 en el domicilio durante el confinamiento de 2020. Los resultados revelan diversas diferencias entre los casos con enfermedad y la población no infectada.
La ralentización del calentamiento global que se observó a finales del siglo pasado se tradujo en una disminución en la transmisión de la malaria en el altiplano etíope, según un estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona. Los resultados subrayan la estrecha relación entre clima y salud.
¿Qué proporción de la propagación de la covid-19 está asociada con los pacientes sin síntomas? La revista JAMA Network Open recoge un modelo analítico que apunta cómo la transmisión de las personas asintomáticas representa más de la mitad de todos los casos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU han introducido en su web una actualización reconociendo la posibilidad de contagio de la covid-19 por el aire a través de aerosoles en espacios cerrados. En una carta publicada anoche en la revista Science, un equipo de científicos también hacía hincapié en llevar las actividades al exterior y en mejorar la ventilación en interiores.