Una investigación española ha estudiado los conocimientos, actitudes y prácticas preventivas frente a la covid-19 en el domicilio durante el confinamiento de 2020. Los resultados revelan diversas diferencias entre los casos con enfermedad y la población no infectada.
Un equipo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha estudiado cómo los pacientes con covid-19 gestionaron la enfermedad en su domicilio durante la primera ola de la pandemia en España. El pionero estudio, publicado en la revista British Medical Journal Open, analiza las diferencias en los conocimientos, actitudes y prácticas preventivas de estos pacientes en comparación con la población no infectada.
Mediante una encuesta telemática a 3.398 personas, los investigadores –liderados por María Romay-Barja– realizaron un estudio transversal de personas con 14 años o más que vivían en nuestro país durante el confinamiento total de 2020.
El trabajo ha hallado diferencias estadísticamente significativas en la prevalencia según las características sociodemográficas, en las condiciones de hospitalización, en la confirmación del diagnóstico de la enfermedad, en el tratamiento y en el aislamiento domiciliario según la edad.
También se han encontrado grandes distinciones en los conocimientos, las actitudes, el impacto emocional y el comportamiento preventivo entre los casos con covid-19 y la población no infectada. Así, las personas que habían enfermado mostraron mejores conocimientos sobre los síntomas y la transmisión que la población no infectada.
Según los resultados obtenidos, la enfermedad fue significativamente más prevalente entre las personas casadas y que realizaban su trabajo fuera de su domicilio. Aunque la mayoría de los casos positivos pasaron la enfermedad en su casa (84,0 %), se han encontrado grandes diferencias basadas en la edad con respecto a las condiciones de autoaislamiento en el hogar.
De hecho, una de las principales conclusiones de la investigación es que los casos de covid-19 tuvieron dificultades para cumplir con las condiciones recomendadas para el autoaislamiento domiciliario.
Por otro lado, las personas con coronavirus se sintieron más deprimidas durante el confinamiento y mantuvieron, tras su enfermedad, un mejor comportamiento preventivo que la población no infectada (por ejemplo, usando siempre mascarilla fuera del hogar).
Además, los autores subrayan que la enfermedad tuvo un impacto importante en la dependencia de los cuidados de los pacientes no hospitalizados que necesitaron de sus familias para ser atendidos.
“Es necesario reforzar los servicios sociales y de salud para seguir mejorando las necesidades de atención de la población en casa, especialmente cuando se trata de una epidemia causada por una enfermedad desconocida”
Así, el equipo señala “la necesidad de reforzar los servicios sociales y de salud para seguir mejorando las necesidades de atención de la población en casa, especialmente cuando se trata de una epidemia causada por una enfermedad desconocida”.
Referencia:
Romay-Barja M, Pascual-Carrasco M, De Tena Dávila MJ, et al. How patients with COVID-19 managed the disease at home during the first wave in Spain: a cross sectional study. BMJ Open 2021;11:e048702. doi:10.1136/ bmjopen-2021-048702.