Un proyecto intenta separar el CO2 que emiten las centrales térmicas

El Servicio de Espectrometría de Masas de la Universidad de Salamanca y la empresa Iberdrola acaban de iniciar un proyecto de investigación para intentar separar el dióxido de carbono (CO2) de los gases que emiten las centrales térmicas. El objetivo es comprobar si las técnicas que utiliza la espectrometría de masas para identificar compuestos serían útiles para llevar a cabo esta separación de una manera eficiente, es decir, sin tener que emplear para ello demasiada energía.

Un proyecto intenta separar el CO2 que emiten las centrales térmicas
Central térmica de Compostilla (León). Foto: DiCYT.

"Estamos trabajando en la separación de gases de gran volumen mediante campos electromagnéticos", explica a DiCYT el director del Servicio de Espectrometría de Masas, César Alberto Raposo. El propósito es construir "un prototipo para intentar purificar gases de esa forma y aplicarlo a la salida de gases de las centrales térmicas con el objetivo de separar el CO2", explica.

"La espectrometría de masas es una técnica de análisis que permite identificar un determinado compuesto o detectar la cantidad de ese compuesto en una mezcla", declara. Esta técnica mide los iones, es decir, las partículas que se forman cuando un átomo o un grupo de átomos pierden o ganan electrones, de manera que pueden tener carga positiva o negativa. La espectrometría puede medir la relación entre la masa y su carga y, como cada compuesto químico es distinto, es posible identificarlo.

"Técnicamente complicado"

"La idea esencial es ionizar el CO2", señala el director del Servicio de Espectrometría de Masas, es decir, producir iones modificando la carga de los electrones. El sistema sería equivalente al que utiliza la espectrometría de masas para identificar compuestos, de tal forma que "sólo el CO2 llegaría al otro extremo del aparato que se construya para este fin y quede separado del resto de los gases que saldrían de la térmica". Esta separación se conseguiría a través de campos electromagnéticos, pero a una escala tan grande como la de una central térmica conseguirlo es "técnicamente es complicado", advierte el experto.

El proyecto que ahora comienza tendrá al menos tres años de duración y ha sido financiado por el programa INNPACTO, un instrumento del Ministerio de Ciencia e Innovación que busca incentivar la colaboración entre organismos de investigación y empresas, en este caso, entre Iberdrola y este servicio que pertenece a la Plataforma de Apoyo a la Investigación de la Universidad de Salamanca, Nucleus.

La emisión de un gas de efecto invernadero como el CO2 se ha convertido en un grave problema medioambiental, responsable del cambio climático, según los científicos, así que una de las líneas de investigación sobre este problema gira en torno a su captura y almacenamiento. El proyecto en el que colaboran la Universidad de Salamanca e Iberdrola supondría dar un primer paso en esta línea, pero después "habría que buscar un método de captura adecuado que no forma parte de este proyecto", indica César Alberto Raposo.

¿Compensa el gasto de energía?

La clave principal de esta investigación está en estudiar si la idea de ionizar el CO2 para separarlo es viable energéticamente. "El problema de la espectrometría de masas es que requiere unas condiciones particulares para producir el aislamiento de los iones y queremos ver si se puede aislar el CO2 sin que esta operación nos cueste más energía de la razonable", señala el especialista.

Es decir, si para aislar el CO2 es necesario emplear tanta energía que se emita más CO2 del que se logra evitar emitir a la atmósfera en la central térmica, no tendría sentido desarrollar el proyecto. En definitiva, el estudio consiste en comprobar si existe una forma de aplicar la espectrometría de masas para aislar el CO2 que sea energéticamente rentable.

Fuente: DICYT
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