Emotional Apps, una empresa de base tecnológica de la Universitat Jaume I de Castellón, ha desarrollado una aplicación para dispositivos móviles que permite evaluar de forma sencilla y gratuita las habilidades para percibir, comprender y manejar las emociones. Este tipo de test lo utilizan habitualmente empresas y organismos para la contratación de personal, lanzamientos de producto, etc.
La empresa de base tecnológica Emotional Apps, de la Universitat Jaume I de Castellón (UJI), ha desarrollado una aplicación para dispositivos móviles que permite evaluar de forma sencilla y gratuita las habilidades para percibir, comprender y manejar las emociones.
Según sus creadores, más de 6.000 personas de cerca de un centenar de países se han descargado ya el test MEIT (The Mobile Intelligence Test Emocional) que ofrece ventajas frente a los test de inteligencia emocional en papel utilizados hasta la fecha, como la facilidad para adaptarlo a las necesidades específicas de una empresa u organización, y que puede realizarse sobre un soporte tecnológico que permite, por ejemplo, medir el tiempo de respuesta a cada una de las preguntas o ver cómo pasa la persona de un estado neutro a un estado de ánimo específico.
La principal innovación de MEIT es que el test no se limita a un cuestionario, sino que consiste en una prueba que evalua tres aspectos: la habilidad para percibir las emociones, la compresión de las mismas y la capacidad para gestionarlas.
Edgar Bresó, profesor de psicología social de la UJI y uno de los creadores de Emotional Apps, explica que ya está en funcionamiento la primera parte del test que permite obtener numerosos datos para, entre otras cosas, “elaborar un mapa mundial que recoge las puntuaciones medias de capa país. En estos momentos los que obtienen mejor puntuación son Rumanía, Dinamarca, Sudáfrica y Vietnam, pero son cifras que van variando”.
Bresó destaca las ventajas que supone realizar el test en soporte on line. “Por ejemplo, el hecho de que se pueda controlar el tiempo de respuesta en cada pregunta es fundamental. En un test en papel sólo puedes conocer el tiempo de respuesta global de todo el cuestionario pero no de cada prueba y hay una diferencia importante en que una persona que va a estar en atención al público capte rápidamente una cara de enfado a que tarde mucho más en percibirla”.
Los test de inteligencia emocional son utilizados habitualmente por empresas y organismos para la contratación de personal, lanzamientos de producto, etc. BresóI destaca las posibilidades que ofrece MEIT de adaptación a las necesidades de cada cliente en función de los datos que quiera recopilar y evaluar.
El Instagram de las emociones
Un segundo proyecto en cuya puesta en marcha está trabajando la empresa spin off de la UJI es PicFeel, una red social que permitirá compartir emociones y geolocalizarlas a través de fotos.
“La idea es que los usuarios puedan subir una foto y etiquetarla con las emociones que le genere, sorpresa, tristeza, envidia,… sería como un Instagram de las emociones”, explica Bresó. Las fotografías subidas y etiquetadas conformarán un mapa mundial de las emociones que los usuarios comuniquen.
“Este proyecto puede tener también aplicaciones para futuros estudios, por ejemplo, en el campo del marketing para ver con qué imágenes y colores relaciona la gente determinadas emociones”, señala.
Otra iniciativa en la que trabaja la spin off, de la que también forma parte el profesor de lenguajes y sistemas Informáticos Francisco Ramos, consistirá en desarrollar una aplicación que permita educar a los niños en inteligencia emocional a través del juego. “Se trata de que los niños aprendan a etiquetar y gestionar sus emociones a través de juegos interactivos”.