Una herramienta policial mejora la seguridad laboral en gasolineras

Para detectar restos de explosivos y drogas en la ropa o las pertenencias de un sospechoso la policía utiliza un espectrómetro de movilidad iónica. Ahora investigadores de la Universidad de Córdoba han comprobado que este sensor se puede aplicar para otra función: captar gases potencialmente cancerígenos, como el benceno o el tolueno, en gasolineras, plantas termosolares y otros centros de trabajo donde se convive con este tipo de sustancias nocivas.

Una herramienta policial mejora la seguridad laboral en gasolineras
Huella espectral del combustible de una muestra de gasolina. / UCO

En el control de los aeropuertos, un policía puede acercarse con un pequeño sensor a cualquier pasajero y pasárselo por el reloj o la ropa. El gesto puede parecer absurdo, pero este dispositivo está conectado a un sistema, llamado espectrómetro de movilidad iónica, y es capaz de encontrar rastros de explosivos o drogas que hayan quedado dispersos en la indumentaria del viajero sospechoso. Así se puede se puede saber si se ha empleado un explosivo en un lugar o si existe una amenaza de atentado o ataque por parte de algún individuo. Además, facilita la detección de estupefacientes.

Esta tecnología puede resultar ahora también útil en otros ámbitos. Investigadores de la Universidad de Córdoba (UCO) la han validado para la detección de gases como el benceno o el tolueno, dos compuestos emitidos con el vapor de la gasolina y el gasóleo. Existen investigaciones epidemiológicas que revelan su carcinogenicidad, pero en ambos casos se necesita una exposición prolongada. Pueden suponer un riesgo para los trabajadores de las estaciones de servicio y otros empleos en los que se manipule constantemente combustible, como ocurre en algunas plantas energéticas.

El espectrómetro de movilidad iónica es un sensor que puede permanecer in situ en el lugar de análisis y ofrece datos a tiempo real

“Este sistema es como un perro policía, pero con la ventaja de que no enferma”, explica Lourdes Arce, profesora del Departamento de Química Analítica de la UCO y responsable de esta investigación, cuyos detalles se publican en la revista Sensors and Actuators B: Chemical.

“Actualmente, para la determinación de niveles peligrosos de compuestos como el benceno y el tolueno, los técnicos de prevención de riesgos laborales emplean cartuchos absorbentes que posteriormente mandan al laboratorio para su análisis, por lo que los resultados no se pueden tener a tiempo real”, explica la profesora Arce.

Sin embargo, el espectrómetro de movilidad iónica es un sensor que presenta dos beneficios con respecto a las actuales técnicas de análisis: puede permanecer in situ en el lugar de análisis y ofrece datos a tiempo real. De esta manera, se pueden monitorizar el porcentaje de compuestos que suponen un riesgo y tomar decisiones en el momento.

El equipo también ha probado la validez del sistema controlando la calidad del aire en algunas plantas solares. En este caso el sensor serviría para controlar las posibles emisiones de compuestos tóxicos que un fluido transmisor de calor (usado en algunas plantas termosolares) pudiera emitir a la atmósfera. Este sensor nos daría una señal de alarma en casos que la presencia de estos compuestos fuera alta y pudiera poner en peligro la salud de los trabajadores.

"Este sistema es como un perro policía, pero con la ventaja de que no enferma", destaca una investigadora

En el experimento, también se demostró el potencial del sensor en el ámbito forense ya que la policía lo puede usar para determinar qué tipo de combustible se ha añadido a una muestra de suelo. Se analizaron suelos a los que se les había vertido gasolina, gasoil u otros fluidos inflamables y se extrajo de ellos la huella espectral característica de cada uno de ellos. Esta huella es similar a la digital en los humanos, cada uno de estos compuestos tiene la suya propia y exclusiva. A partir de esta huella espectral, se puede estimar que fluido se ha añadido a un suelo y estos datos podrían ser de utilidad para resolver ataques violentos.

Policía, ejército y otros campos de aplicación

A pesar de su pomposo nombre, la espectrometría de movilidad iónica es una técnica empleada de forma convencional por fuerzas y cuerpos de seguridad y ejércitos en diferentes lugares del planeta. Además existen grupos de investigación que usan el mismo sensor como técnica no invasiva para ayudar a determinar cáncer de pulmón. La UCO también ha sido pionera a nivel internacional en demostrar el potencial de la técnica en el ámbito agroalimentario.

El trabajo forma parte de la tesis doctoral de Laura Criado y en ella ha participado Nouman Almofti, estudiante sirio del máster de ciencias forenses que actualmente está haciendo la tesis doctoral en la Universidad de Dortmund (Alemania). “Es un reflejo de la inversión que hace la sociedad en la formación de estudiantes, tiene su retorno en el desarrollo de aplicaciones que pueden servir, como en este caso, para mejorar la salud de los trabajadores”, manifiesta la profesora Arce.

Referencia bibliográfica:

L. Criado, N. Almofti, L. Arce. "Photoionization-ion mobility spectrometer for non-targeted screening analysis or for targeted analysis coupling a Tenax TA column".Sensors and Actuators B: Chemical. 235 (2016) 370-377.

Fuente: UCO
Derechos: Creative Commons
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