La leucemia Linfática Crónica (LLC) es uno de los tumores más frecuentes en adultos y representa un 30-40% del total de leucemias. Se caracteriza por la acumulación lenta y progresiva de linfocitos B en la sangre, la médula ósea y los tejidos linfoides y no se puede curar con los tratamientos convencionales. El estudio que publica Journal of Clinical Oncology se ha llevado a cabo en el marco del Grupo Español de Leucemia linfocitaria Crónica (GELLC) y está liderado por investigadores del Clínic-IDIBAPS: Dr. Francesc Bosch, Dr. Pau Abrisqueta y Dra. Neus Villamor, del Servicio de Hematología, y el Dr. Emili Montserrat, director del Instituto Clínico de Enfermedades Hematológicas y Oncológicas (ICMHO) del mismo centro. En el artículo los investigadores proponen una nueva combinación de fármacos quimioterapéuticos con un anticuerpo monoclonal. La enfermedad remitió sin dejar restos del tumor en un 46% de los pacientes que participaron en el estudio.
El estudio se ha llevado a cabo en diferentes hospitales del estado español y se han incluido 72 pacientes menores de 70 años. El tratamiento consistió en la administración de una combinación de tres fármacos para quimioterapia, Fludarabina, Ciclofosfamida y Mitoxantrona (FCM), con un anticuerpo monoclonal, el Rituximab (R). Los pacientes recibieron el tratamiento durante seis ciclos, como máximo, y se evaluó la respuesta durante los tres meses posteriores.
Los resultados demuestran que el tratamiento con R-FCM tiene una elevada eficacia con pacientes con LLC no tratados con anterioridad. En un 82% de los pacientes hay una remisión completa de la enfermedad y, de éstos, un 46% presentan enfermedad residual negativa, lo que implica que no quedan restos de tumor organismo. Se trata de una de las tasas más altas de recuperación y, junto con la baja toxicidad que conlleva, la combinación R-FCM se postula como la mejor terapia hasta el momento. Aun así, hacen falta ensayos clínicos más extensos, que ya se están realizando en países como Inglaterra o Francia, para comparar la eficacia de este tratamiento con la de otras combinaciones. Con estos resultados se consolida el concepto de la quimioinmunoterapia como la mejor opción terapéutica para este tipo de leucemia.
En una segunda fase del estudio, se está probando una terapia de mantenimiento para administrar Rituximab cada tres meses durante dos años, tras una evaluación exhaustiva de la respuesta al R-FCM. El objetivo es que el tumor no se reproduzca y prolongar el tiempo con enfermedad residual negativa. Consiguiendo esto, la calidad de vida de los pacientes mejoraría de forma considerable.