Una investigación internacional sugiere que la inhibición de la proteína NKX2-3 podría ser una estrategia terapéutica selectiva en el linfoma de la zona marginal, que representan el 10% de los linfomas B, un tipo de tumor hematológico. NKX2-3, una proteína implicada en el desarrollo de la enfermedad de Crohn, hasta la fecha no se había asociado con el desarrollo de cáncer.
Científicos del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra han identificado una proteína que participa en el desarrollo de un tipo de tumor hematológico, el linfoma de la zona marginal. Los resultados se han publicado en la revista científica Nature Communications.
Los linfomas de la zona marginal representan el 10% de los linfomas B, un tipo de tumor hematológico. En la actualidad no se dispone de marcadores diagnósticos precisos para esta enfermedad. Aunque en todos los casos se observa una activación constitutiva del receptor de células B (BCR), el mecanismo que lo activa se desconoce en un porcentaje elevado.
La investigación identifica un grupo de pacientes con linfoma de la zona marginal que exhibe un expresión anómala de NKX2-3, una proteína implicada en el desarrollo de la enfermedad de Crohn, que hasta la fecha no se había asociado con el desarrollo de cáncer.
“Esta expresión aberrante no se detecta en otros tipos de linfomas B, por lo que esta proteína podría representar un marcador para el diagnóstico de la enfermedad”, explican Eloy F. Robles y José A. Martínez Climent, primer autor y director del trabajo, respectivamente, en el que colaboran investigadores del Centro Nacional de Biotecnología del CSIC (CNB-CSIC) de Madrid y de otros centros de Reino Unido, Hungría, Bélgica y Alemania.
En el trabajo se ha descrito un nuevo modelo transgénico de ratón que desarrolla linfomas de la zona marginal con características superponibles a los tumores en pacientes. “Nuestros resultados sugieren que la proteína NKX2-3 activa el BCR en linfomas de la zona marginal y promueve de esta forma el desarrollo tumoral”.
Posible estrategia terapéutica
Los investigadores del CIMA trabajan en la generación y caracterización de ratones modificados genéticamente para que desarrollen leucemia, linfoma B o mieloma múltiple análogos a la patología humana. Su objetivo es estudiar los mecanismos de transformación tumoral y evaluar nuevas terapias in vivo.
“Hemos descrito modelos experimentales que permiten estudiar el papel de distintas moléculas en otros tipos de tumores hematológicos, como el linfoma del manto, el linfoma marginal extranodal o el linfoma difuso de células grandes. Esperamos que este nuevo modelo nos sirva para descifrar cómo se activa la señalización del BCR en linfoma marginal. Nuestro trabajo sugiere que la inhibición selectiva de NKX2-3 podría desactivar la señalización del BCR y, por lo tanto, servir de terapia en este tipo de linfoma”, aseguran los autores del trabajo.
Referencia bibliográfica:
Nat Commun. 2016 Jun 14;7:11889. doi: 10.1038/ncomms11889.