Existen diferentes trastornos por los que el individuo no es capaz de controlar sus impulsos, como el juego patológico o la cleptomanía. Esta tendencia a responder de forma rápida y sin tener en cuenta las consecuencias de la conducta se denomina impulsividad, y puede formar parte de un rasgo estable de la personalidad o ser un estado transitorio, derivado de, por ejemplo, el consumo de substancias o de trastornos psiquiátricos.
Un grupo de psiquiatras de los hospitales 12 de Octubre y Ramón y Cajal de Madrid y de la IE Universidad de Segovia han desarrollado un instrumento para medir la conducta impulsiva derivada de estos cambios ambientales o psicológicos. Esta herramienta se puede utilizar tanto en ámbitos clínicos como de investigación en pacientes españoles.
El desarrollo de la escala de impulsividad estado, como se denomina el instrumento, ha tenido dos fases. En la primera, los especialistas analizaron los actuales modelos experimentales y desarrollaron un cuestionario que midiera esta variable. En la segunda, diferentes muestras de pacientes de un centro de salud mental de la Comunidad Autónoma de Madrid y de Castilla y León (tanto impulsivos como no impulsivos) y de sujetos control fueron sometidos a la validación del cuestionario. En total se emplearon a 310 sujetos para comprobar si el método era efectivo. Desarrollaron esta investigación investigadores del Departamento de Psiquiatría del Hospital 12 de Octubre, del Servicio de Psiquiatría del Ramón y Cajal y el entonces profesor de la Faculta de Psicología de la IE Universidad de Segovia García de Cecilia.
La tendencia de responder de forma impulsiva puede formar parte de la personalidad del sujeto o estar motivada por un estado transitorio derivado por diferentes factores, como el consumo de substancias, trastornos psiquiátricos o algunos tratamientos farmacológicos. En el primer caso, si pertenece a la personalidad del sujeto, los especialistas la denominan 'impulsividad rango'. En el segundo, si es por efecto de circunstancias ajenas al individuo, se llama 'impulsividad estado'. Para uno y otro caso se han desarrollado instrumentos que miden esta característica de la conducta. El estudio trataba de validar en la población española una nueva escala clínica que puede registrar y cuantificar la impulsividad estado, con lo que, estiman los investigadores en un trabajo publicado en Actas Españolas de Psiquiatría, "el instrumento serviría para medir la efectividad de los tratamientos farmacológicos o psicoterapéuticos destinados a disminuir los niveles de impulsividad patológica", recoge DiCYT.
Modelos experimentales empleados
En la investigación se emplearon tres modelos experimentales, denominados Gratificación (los sujetos impulsivos actúan a pesar de las consecuencias perjudiciales de su conducta, como anular compromisos por una gratificación inmediata), Automatismo (repetición de una conducta a pesar de poder ser castigada) y Atencional (respuestas rápidas sin contar con la toda la información necesaria para actuar de forma apropiada en una situación). El cuestionario elaborado incluyó frases sencillas y evitaba las respuestas condicionadas por un determinado estilo de vida (como, por ejemplo, tener que visitar al médico).
A partir del estudio de pacientes de centros de salud mental impulsivos y no impulsivos y de una población control, los científicos mostraron que la nueva herramienta "es útil para la evaluación de la conducta impulsiva conceptualizada como un estado" en población española. Las principales ventajas que reporta la herramienta es, según sus promotores, mejorar la valoración de los sujetos impulsivos, ya que existen pocos instrumentos actualmente dirigidos a la impulsividad estado; presentar mayor capacidad de medir el cambio que se producen en este tipo de conductas; e integrar los tres modelos experimentales (Gratificación, Automatismo y Atencional).
Aunque sus creadores advierten que "es preciso contar con indicadores fiables que den cuenta que realmente se ha producido esa variación" en el individuo que le lleve a una conducta impulsiva, consideran que la escala de impulsividad estado es "un instrumento apropiado para evaluar la eficacia de tratamientos farmacológicos destinados a disminuir los niveles de impulsividad".