Eduardo Sáenz de Cabezón, ganador de la edición española de monólogos científicos Famelab con un teorema sobre el amor, se emocionó al visitar el Instituto de Matemáticas de Gotinga, en Baja Sajonia (Alemania). “Fue como entrar en un santuario, con el busto del gran Hilbert dando la bienvenida”. En esta ciudad pasó también por la torre de Gauss, uno de los lugares desde donde se midió un gran triángulo sobre la Tierra para comprobar si tenía geometría euclidiana
El matemático riojano Eduardo Sáenz de Cabezón, ganador de la edición nacional de monólogos científicos Famelab, visitó la ciudad alemana de Gotinga con motivo de la celebración de un encuentro entre desarrolladores de software y matemáticos para implementar nuevos algoritmos.
La reunión tuvo lugar en el Instituto de Matemáticas. “Fue como entrar en un santuario, con el busto del gran Hilbert, dando la bienvenida. Es una institución con un pasado brillante donde se siguen haciendo excelentes matemáticas”, subraya.
Sáenz cuenta que los pasillos del centro están cubiertos con carteles explicativos de los grandes matemáticos que han trabajado allí, como Hilbert, Emmy Noether, Riemann, Klein y Dirichlet. Le pareció estar recorriendo el índice de una enciclopedia.
Además, en la biblioteca del centro se guardan los apuntes de clase de estos insignes matemáticos. “Pudimos ver algunos y fue emocionante”, dice este profesor de Lenguajes y Sistemas Informáticos en la Universidad de La Rioja.
El Instituto de Matemáticas de Gotinga cuenta también con una exposición de modelos e instrumentos matemáticos. “Una preciosidad, hay vitrinas con modelos artesanales de superficies, variedades algebraicas, curvas… y con ese atractivo que tienen las cosas hechas a mano”, cuenta Sáenz.
Otro lugar que recomienda el profesor en la ciudad es el cementerio en el que está enterrado Carl Friedrich Gauss. “Fue emocionante estar ante los restos del príncipe de los matemáticos. Los cementerios alemanes tienen un encanto especial, nada morboso. Y este tiene, además, una intimidad que le da cierta intensidad a la visita”, señala.
Torre de Gauss
Con su sentido de humor habitual, Eduardo Sáenz cuenta que en ese viaje se juntó con otros tres matemáticos para hacer un recorrido a la carrera. “No sé por qué, pero en el ‘frikimundo’ de las matemáticas hay muchos corredores”, comenta entre risas.
“Decidimos recorrer el Studentenpfad hasta Hannoversch Münden, una ciudad pequeña y preciosa. Me dijeron que eran 19 kilómetros, ¡que ya está bien!, pero como eran americanos en realidad querían decir 19 millas. Así que nos pegamos una trotada de antología”.
Sin embargo, según el matemático, mereció la pena. “Era precioso todo. Además, se pasa por la torre de Gauss, uno de los lugares donde el matemático alemán, junto con otros científicos, midió un gran triángulo sobre la Tierra para comprobar si tenía la geometría euclídea.
Sáenz cuenta que Gotinga tiene una historia científica impresionante y entre los científicos de la ciudad, hay nombres como Max Born, Planck, Heisenberg o Dirac, y autores de otras ramas como Schopenhauer o Habermas, aunque, en su opinión, “el más grande fue Gauss”.
“Una curiosidad chula –dice– es que Gauss y Weber inventaron en esa ciudad un telégrafo en 1833 con un código binario. Y ahora resulta que hay un telégrafo láser que transmite entre el Observatorio Astronómico y la JohanessKirche todos los días mensajes cifrados con ese código”.