Deporte adaptado para mejorar la calidad de vida de dependientes

En los últimos Juegos Paralímpicos, la delegación española obtuvo tres de sus 58 medallas en un deporte desconocido para el gran público: la boccia. El juego es una especie de petanca adaptada para personas con diferentes grados de discapacidad física. El Centro de Referencia Estatal (CRE) de San Andrés del Rabanedo ha pensado en este deporte como motor para la mejora de indicadores de calidad de vida y autonomía personal relacionados con la salud de sus usuarios con dependencia o discapacidad. Con esta premisa, el organismo público ha iniciado una investigación de la que pretende obtener resultados positivos en la primavera de 2010.

Deporte adaptado para mejorar la calidad de vida de dependientes
Una asistente observa como una persona lanza una pelota a través de una rampa durante el desarrollo de un partido de 'boccia', en San Andrés del Rabanedo (León).

Algunos trabajos han demostrado que el entrenamiento físico en personas con graves dependencias ayuda a reducir el deterioro y a mejorar el control de la postura del cuerpo, tanto durante la terapia como después. El objetivo del trabajo que se lleva a cabo en el CRE de San Andrés es determinar en qué cuantía la incorporación del ejercicio físico que se realiza con la boccia contribuye a mejorar determinados indicadores de calidad de vida y autonomía personal relacionados con la salud de un grupo de personas con parálisis cerebral y otro con graves dependencias. “Queremos poner en valor este deporte adaptado, ya que hemos observado que pueden existir mejoras en aquellas personas que lo practican”, afirma María Rubiera, licenciada en Ciencias del Deporte y responsable de la investigación científica. El trabajo está coordinado por la directora del CRE, Nuria Mendoza, doctora en Ciencias del Deporte.

Con el fin de comprobar esas posibles mejoras de las que habla Rubiera, el Centro Estatal ha seleccionado a dos grupos de participantes, uno federado en este deporte y otro de control. Cada individuo deberá pasar por un programa de entrenamiento específico, no sólo físico. A través de un proyecto de uso de nuevas tecnologías denominado Prometeo, los participantes podrán aprender con conceptos básicos del deporte a través de la videoconsola Nintendo Wii. Luego, después del entrenamiento virtual, tendrán la ocasión de llevar a la práctica las reglas básicas del juego.

Durante el año y medio de trabajo, los técnicos someterán a los voluntarios a varias pruebas. En un periodo de entrenamiento de entre 4 a 7 meses, evaluarán la influencia en el tono muscular, la fuerza, la resistencia muscular, el control motor y el rango de movilidad articular del tronco y extremidades superiores. Posteriormente, se medirá el efecto del desentrenamiento durante 6 a 12 semanas, con comparaciones entre el grupo control y entre los miembros de los dos grupos.

El trabajo se puso en marcha en primavera con la evaluación de 17 primeros participantes, pero será a partir del comienzo de las competiciones de boccia y se retome la actividad normal tras el verano cuando empiece la fase experimental de entrenamientos. De momento, otros tres interesado se han incorporado al grupo de federados.

El plan de trabajo tiene estructuradas siete fases con el fin de calibrar las mejoras que esperan encontrarse los investigadores del Centro de Referencia Estatal. Evaluados ya los participantes del grupo federado, el desarrollo del programa de entrenamiento tendrá lugar a partir de este mes, a la par que la preparación para la competición deportiva de boccia.

Los dos grupos se someterán a un periodo de entrenamiento de unos tres meses, en el que se incluye una evaluación inicial. Superada esta etapa, se medirán los efectos del desentrenamiento para, de nuevo, retomar la actividad física. Ya entrada la primavera, los investigadores tratarán los datos de forma estadística. A partir de marzo de 2010 está previsto que se redacten los resultados y se den a conocer públicamente.

El protocolo de entrenamiento supone una sesión diaria de entre hora a hora y media de ejercicio, en los que el trabajo de fuerza centrará tres días y el técnico de boccia, los otros dos. La movilidad articular se entrenará todos.La boccia es un deporte de parejas o tríos. Cada competidor debe realizar seis lanzamientos de precisión de bolas de 280 gramos. La textura de las bolas y la habilidad son muy importante en el desarrollo del juego, ya que marcan las estrategias de los participantes. Gana el equipo que más acercamientos a la diana consiga.

Fuente: DiCYT
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