El eclipse parcial de Sol que se vio en España el 4 de enero también lo pudieron disfrutar otros observadores europeos, asiáticos y del norte de África. Se trata del primero de los seis eclipses que sucederán en 2011, cuatro solares y dos lunares, unos espectáculos astronómicos infrecuentes que no dejan de sorprender a los habitantes de la Tierra.
Desde los pescadores que faenaban en las costas de Málaga hasta los paseantes de la Plaza Roja de Moscú, pasando por los beduinos del Sahara o los fieles que se acercaban a las mezquitas de Arabia, fueron muchos los que el 4 de enero se detuvieron unos instantes para observar en el cielo el eclipse de Sol. El fenómeno tampoco pasó desapercibido desde el espacio para los satélites, como los de la ESA o la Agencia de Exploración Aeroespacial Japonesa.
En España sólo los privilegiados que se encontraban en el litoral mediterráneo fueron capaces de observar el acontecimiento. Las nubes “eclipsaron” al eclipse en la mayor parte del país, aunque en la zona más occidental de la Península dieron una tregua y se pudo admirar como la Luna se interponía lentamente entre el Sol y la Tierra.
“Lo que nos atrae de los eclipses es su rareza, lo poco frecuentes que son”, comenta a SINC Carme Jordi, profesora del Departamento de Astronomía y Meteorología de la Universidad de Barcelona. La investigadora, junto a otros cinco compañeros, subió a la montaña del Tibidabo para no solo observar el fenómeno con los telescopios, también para retransmitir el acontecimiento en directo vía Internet. “Al principio las nubes aguaron un poco la fiesta, especialmente a la salida del Sol, pero luego conseguimos el objetivo y estamos contentos con los resultados”.
En esta ocasión el eclipse solar ha sido parcial, es decir, aquel que se produce cuando la Luna no oculta del todo al Sol. A lo largo de 2011 se producirán otros tres de este tipo. El 1 de junio habrá uno que será visible desde el este de Asia, el norte de Norteamérica, Groenlandia e Islandia. Un mes después, el 1 de julio, se podrá observar otro desde el sur del océano Índico. Y el 25 de noviembre las personas que se encuentren en Sudáfrica, la Antártida, Tasmania y el oeste de Nueva Zelanda disfrutarán del último del año de esta clase. En España no habrá un eclipse solar parcial hasta el 20 de marzo de 2015.
Dos eclipses lunares este año
Pero en 2011 también se producirán dos eclipses lunares, en los que es la Tierra la que se interpone entre el Sol y nuestro satélite. El primero, el 15 de junio, será total y visible con un máximo en España a las 22.13 horas (hora peninsular). El siguiente, también total, se verá el 10 de diciembre con un máximo en torno a las 15.32 horas (hora peninsular).
No hace mucho que se produjo otro eclipse total de Luna, el pasado 21 de diciembre, que también se pudo seguir desde España. Algunos científicos se desplazaron hasta Canarias para observarlo y retransmitir como la sombra del Teide se alineaba con la Luna eclipsada, pero las nubes tampoco faltaron a esa cita astronómica.
En 2010 se registraron además otro eclipse de Luna (el 26 de junio), que fue parcial, y otros dos de Sol (el 15 de enero y el 11 de julio). De estos últimos el primero fue anular (el disco lunar deja visible a su alrededor un anillo del disco del Sol) y el segundo total.
Interés científico del eclipse total
“Un eclipse parcial como el de esta semana tiene interés por su rareza, pero carece de interés científico; sin embargo, durante uno total se producen cambios de temperatura o humedad -por ejemplo- que se pueden estudiar, así como aspectos de la corona solar”, destaca Carme Jordi.
La investigadora recuerda que en España se podrá disfrutar de un eclipse total de Sol en 2026, aunque el próximo será en 2012, visible desde el Pacífico Sur y Australia. Miembros de su equipo ya se desplazaron a Egipto para analizar un eclipse parecido en 2006, y a China en 2008 y 2009. “Si hubiera financiación” no les importaría asistir también al del año que viene.
En cualquier caso en 2012, el 5 de junio exactamente, ocurrirá un fenómeno todavía más infrecuente que los eclipses solares o de Luna: el tránsito de un planeta por delante del Sol. En esta ocasión será Venus, el lucero del alba.
“En Barcelona, cuando esa mañana salga el Sol por el horizonte, el tránsito estará a punto de acabar”, pero aun así, los investigadores y cientos de astrónomos y aficionados de todo el mundo estarán pendientes del movimiento del planeta.
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Los expertos recomiendan no mirar nunca al Sol directamente sin protección. El uso de gafas (incluidas las de sol), telescopios o cualquier otro instrumento no diseñado para esta finalidad puede producir graves lesiones en los ojos. Tampoco se deben utilizar radiografías, negativos o vidrios tintados.
La manera más segura de observar el eclipse es proyectar la imagen del Sol a través de un telescopio sobre una pantalla blanca. Así, además, lo pueden observar varias personas a la vez.
Otro de los métodos empleados es la cámara oscura. La técnica consiste en utilizar una caja alargada con un pequeño agujero en un extremo (papel de aluminio perforado con un alfiler) y otro más grande en el extremo opuesto forrado con papel traslúcido. La luz entrará por el agujero pequeño y proyectará en el papel translúcido la imagen del Sol, que se puede ver por un hueco lateral de la caja.
Estos eclipses también se pueden observar a través de telescopios equipados convenientemente con filtros solares, así como con gafas específicas de observación solar o con los filtros de soldador más oscuros (número 14).
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Más información:
Eclipse solar, y sobre el del 4 de enero de 2011.