Cada vez más edificios públicos tienen certificados de sostenibilidad. Todavía son pocos, pero los hospitales españoles también se han adentrado en el mundo de los sistemas de gestión ambiental y han adoptado la etiqueta de “ecológicos”. Moda o interés ambiental, ¿qué piensan los expertos al respecto?
Hoy el Hospital Universitario de la Paz en Madrid puede presumir de ser uno de los primeros centros médicos españoles que tiene un certificado con la norma internacional UNE EN ISO 14001. “El centro era un caos desde una perspectiva ambiental hasta que un día llegó un inspector y se echó las manos a la cabeza”, confiesa Juan José Pérez Blanco, el subdirector de la Gestión Técnica del hospital madrileño.
Las organizaciones sanitarias poseen un número muy elevado de trabajadores, y desarrollan actividades que tienen mucho impacto en el medio ambiente; la principal, generar residuos. Los datos son devastadores: un hospital puede generar al día 8.000 kilos de basura, igual que la isla de la Gomera. Además, hablamos de residuos peligrosos y de difícil tratamiento, como los compuestos químicos utilizados para las pruebas diagnósticas y en el tratamiento de pacientes.
Paloma Leis, gerente de Sanidad en la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), recuerda que las primeras iniciativas de certificación ambiental empezaron en el año 2000, aunque hasta 2003 no comenzó a ser algo más conocido. “Es una certificación que está muy de moda en el sector sanitario, pero todavía queda muchísimo por hacer”.
Y es que al médico, que normalmente está sobrecargado de trabajo, ahora se le pide además que sea “verde”. Pero los expertos subrayan que la responsabilidad ambiental recae en todos los trabajadores, desde las enfermeras que recogen las gasas y jeringuillas usadas, hasta el personal de limpieza. Por eso hay que concienciar a todo el personal sanitario.
“Pero, ¿qué es estar concienciado en realidad?”, se pregunta Martín Blanco García, director de Servicios Generales del Hospital Universitario Virgen de las Nieves en Granada, otro de los hospitales pioneros en la certificación ecológica. “Es verdad que hoy se recicla más que ayer, se apagan las luces y se eliminan compuestos como el mercurio, pero lo más difícil de implantar, como en todo, es la cultura, lo demás es sólo trabajo”.
Blanco García es uno de los encargados de un proyecto de investigación en Granada que analiza si han cambiado los hábitos personales de los profesionales de la salud en sus casas desde que se implantó el sistema de gestión ambiental. “Cuando tengamos resultados, podremos hablar de verdadera concienciación”, asevera.
La economía de lo ecológico
La implantación de un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) de acuerdo a la norma ISO 14001 permite a las organizaciones optimizar la gestión de recursos y residuos, reducir los impactos ambientales negativos y ser “socialmente responsable”. Las instituciones no olvidan que los beneficios económicos también son grandes: reducir costes de la gestión de residuos o primas de seguros, eliminar barreras a la exportación, reducir el riesgo de litigios y sanciones, tener mayor acceso a subvenciones y otras líneas de financiación o disminuir los riesgos laborales.
“Te certificas por concienciación o por cumplir el trámite de la legislación, aunque una cosa puede llevarte a la otra. Pero por mucho que quieras cumplir la legislación, si no hay una conciencia detrás, esto muere antes de nacer”, afirma Juan José Pérez.
Andalucía y Madrid se mantienen líderes en certificación ambiental, pero poco a poco se va generando esta necesidad. Hace sólo cuatro años, en el I Simposio Nacional de Gestión Ambiental en centros hospitalarios, participaron sólo cinco hospitales españoles. En el último simposio celebrado el pasado mayo, en el que participaron cerca de 300 profesionales de centros de asistencia sanitaria y de empresas relacionadas con el sector, se confirmó que cada comunidad autónoma ya tiene un programa de SGA.
Concienciación o trámite legal, estrategia corporativa o interés por el medio ambiente. Todo parece indicar que hemos pasado de planificar un futuro “verde”, trabajar un presente “sostenible”.
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España, líder europeo en certificados ambientales
AENOR, la entidad responsable del desarrollo de las normas técnicas en España, tiene en la actualidad 104 certificados de gestión ambiental en organizaciones del sector sanitario. 50 son en hospitales, centros de atención primera o servicios de salud. El resto corresponden a clínicas, farmacias, residencias y ambulancias.
Un certificado puede cubrir varios centros sanitarios, por lo que la cifra de centros certificados es mayor que la de certificados. De los 104 certificados vigentes, la inmensa mayoría (91) se ajustan a la norma internacional de Gestión Ambiental ISO 14001. El primero en obtener el certificado ISO 14001 fue el Servicio Andaluz de la salud en el año 2000.
El último informe que recoge la clasificación mundial por países en certificados de gestión ambiental (ISO 14001) y de la calidad (ISO 9001), realizado por la Organización Internacional de Normalización (ISO), muestra que España encabeza la lista europea con 13.852 certificados ambientales. Le siguen Italia (2º con 12.047); Reino Unido (3º con 7.323); Alemania (4º con 4.877); Suecia (5º con 3.800) y Francia (6º con 3.476).
Más de 40 artículos en las distintas revistas del grupo Nature presentan hoy los resultados parciales del ambicioso proyecto de mapear los 37 200 millones de estas unidades fundamentales de la vida. Una tarea compleja que requiere combinar técnicas de genómica e inteligencia artificial para estudiar con gran resolución las firmas moleculares de un amplio abanico de células, como las que forman la placenta.
La relación entre la contaminación del aire y el aumento del riesgo de desarrollar esta patología y otras demencias no es nueva. Un nuevo trabajo pretende revelar por qué las partículas finas (PM2.5) han sido vinculadas con cambios negativos en la salud cerebral.
