Lo llaman avatar, pero también podría ser un golem, como se designaba ya hace más de dos mil años a aquellos seres fabricados de materia inanimada que ayudarían al ser humano en algunas funciones. En este caso, el ser no es imaginario, y la materia que lo forma es una condensación de tareas de I+D+i. La criatura virtual se integra en un nuevo sistema, capaz de ofrecer información y guiar en distintas gestiones también a quienes no pueden oír.
El avatar se ha gestado a partir de los desarrollos de diversos centros de investigación y universidades europeas en el proyecto europeo eSIGN, y ha requerido un concienzudo trabajo por parte del equipo de la Universidad Politécnica de Madrid y la Fundación CNSE para automatizar los gestos de la Lengua de Signos Española (LSE) y “enseñar” a la criatura virtual a comunicarse en esta lengua.
“Gracias al consorcio eSIGN hemos podido investigar en nuevas posibilidades de comunicación para facilitar la vida diaria de las personas sordas, aunque el sistema en el que se integra el agente animado también ofrece la posibilidad de que el usuario se comunique de forma audiovisual, mediante videollamada, con un miembro de la oficina en cuestión”, explica Rubén San Segundo, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid. Así pues, afirma, el cometido del avatar sería actuar como guía en procesos sencillos, como indicar qué teclas debe marcar el usuario para comunicarse con la oficina del banco, su ayuntamiento o con la oficina de la policía para renovar su DNI.
Solución a una babel tecnológica
Pero la nueva criatura virtual no colma los objetivos del equipo, que aglutina investigadores del sector público y del privado. El avatar se trata más bien de una de las piezas que se integran en “un sistema puntero en España para gestionar la información y la participación de miles de usuarios”, explica José Antonio Sánchez, uno de los coordinadores del Proyecto y socio director de la pequeña empresa asturiana Imagine800.
Por el momento, explica Sánchez, "esta tecnología permite interactuar con una entidad, desde un ayuntamiento hasta un banco, unificando todas las formas de comunicación propias de internet y los nuevos teléfonos móviles de tercera generación o 3G”. O lo que es lo mismo: una sola herramienta permite consultar datos y realizar transacciones, navegar por un menú a través de las teclas o por voz, interactuar con el avatar y con miembros de la entidad a través de videollamada, recibir vídeos explicativos y promocionales en el móvil, además de sms y llamadas telefónicas convencionales.
En cuanto a sus usos, pueden ser tan nobles como canalizar la ayuda económica de los ciudadanos frente a guerras y catástrofes, o para seguridad, al permitir que el responsable pueda ver en su móvil en tiempo real la filmación de las cámaras e incluso hacer zoom y cambiar su orientación. También puede limitarse a actuar como una herramienta empresarial que contrate un banco, una televisión o incluso un club de fútbol para presentar a sus nuevos fichajes (el Real Madrid es una de las entidades que han reclamado los servicios de la empresa asturiana).
Flashear en el móvil
Poner a punto esta aplicación ha requerido una cimentación compleja: enlazar dos piezas de la actual tecnología multimedia y “encajarlos” en el móvil. El resultado es, explica Sánchez, que por primera vez y con tecnología desarrollada en Asturias, los móviles pueden acceder de forma interactiva a la tecnología Flash, que es el soporte de la mayoría de los contenidos multimedia más “jugosos” de internet en términos de audiencias y participación (valga de ejemplo el exitoso portal Youtube). “El módulo permite que se comuniquen y se entiendan, por una parte la tecnología mayoritaria Flash, y por otra, los mundos multimedia de los diversos móviles, que utilizan diferentes programas y formas de transmisión del vídeo”, indican Ignacio Marín Prendes, investigador de la Fundación CTIC y Mario Bedialauneta, socio director de Imagine800.
Para desarrollar la tecnología y la plataforma que hacen “hablar” a ambos mundos, el proyecto ha contado con una ayuda de 117.000 € entre 2007 y 2009 a través del Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación del Principado. Ahora, el equipo espera prolongar la línea de trabajo para adaptar su desarrollo a los nuevos terminales iPhone, de Apple, y a Android, el sistema operativo para móviles que ha lanzado Google, dos gigantes que luchan por dominar el lenguaje de las nuevas generaciones de móviles. Ante la guerra tecnológica, la “criatura” asturiana continuará desarrollándose para permanecer neutral.
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