A la derecha, uno de los ratones con autofagia reducida, con la cabeza inclinada e incapaz de nadar. A la izquierda, un ratón normal.
Investigadores del grupo de Neuromedicina Molecular de la Universidad de Sevilla y del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) trabajan en la identificación de genes causantes de convulsiones febriles (CF) y síndromes epilépticos relacionados, es decir, la base genética de estos episodios convulsivos de la infancia que aparecen, generalmente, después del tercer mes de edad y que se caracterizan por estados febriles no causados por una infección del sistema nervioso central.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) han descrito uno de los mecanismos por el que las poblaciones de bacterias patógenas controlan su dispersión por la superficie de los órganos que infectan, deteniéndola ante la presencia de un antibiótico y reanudándola cuando éste disminuye. El proceso tiene como protagonista a la proteína RecA, que aumenta su concentración cuando se pone en marcha el mecanismo de reparación del material genético de las bacterias desencadenado por los antibióticos. La investigación ha sido publicada en la revista Infection and Immunity.
Un equipo internacional de investigadores ha secuenciado el genoma de un invitado que no suele ser bienvenido, el piojo del cuerpo humano, que se alimenta de sangre y vive en los pliegues y costuras de la ropa. El estudio aparece en el último número de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y en él ha participado un equipo del Departamento de Genética de la Universidad de Barcelona. El trabajo también recoge la secuenciación del genoma de un microbio que vive dentro del piojo del cuerpo.
La inflamación vascular asociada a la diabetes no se debe directamente al exceso de glucosa, sino que requiere además un estímulo inflamatorio previo. Según investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y de la Universidad de Valencia (UV), esto explicaría por qué la simple reducción de los niveles de glucosa es insuficiente para prevenir las enfermedades cardiovasculares en sujetos diabéticos, y además subraya la necesidad de buscar nuevas dianas terapéuticas.
Mara Dierssen, neurobióloga cántabra que trabaja en el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona y que hoy recibe el Premio Internacional Sisley-Jerome Lejeune, explica a SINC algunas cuestiones clave relacionadas con la doble investigación internacional que la revista Science publicó la semana pasada.
En la imagen, Pediculus humanus humanus L., un 'ocupa' que puede provocar graves consecuencias.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid, en colaboración con la Universidad de Ciencias Médicas de la Habana, han realizado un estudio en 200 mujeres españolas de edad mediana con el objetivo de identificar factores antropométricos y de composición corporal implicados en los riesgos de fracturas óseas.
Los alimentos bajos en sal pueden saber más salados a unas personas que a otras. Así lo indica una investigación realizada por científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE UU) y publicada en la revista Physiology & Behavior, que señala cómo la genética tiene su parte de influencia en la cantidad de sal que nos gusta en los alimentos.
La mayor parte de la sal que consumimos proviene de la que se añade a las comidas preparadas y no del salero.