Un nuevo estudio identifica varias proteínas alteradas en modelos animales con la forma temprana de esta patología neurodegenerativa. Esto abre la puerta al desarrollo de nuevos biomarcadores y terapias neuroprotectoras que detecten de forma precoz a las personas afectadas.
Científicos españoles y británicos han descubierto qué impide que el sistema inmunitario funcione con normalidad. Esto abre la puerta a que se investiguen nuevas terapias contra la inmunodeficiencia variable común y otros trastornos.
Investigadores del CNIO y del Laboratorio Europeo de Biología Molecular han identificado una firma genética de 27 microorganismos en las heces que define a la población con alto riesgo de adenocarcinoma pancreático ductal, el cáncer de páncreas más frecuente, y que serviría para el rastreo temprano de la enfermedad.
Un estudio, en el que ha participado el Centro de Regulación Genómica, demuestra que estas células derivadas de células madre son capaces de imitar tanto la estructura como la función de los islotes pancreáticos normales. Además, son capaces de controlar eficazmente el metabolismo de la glucosa en ratones, lo que supone un paso más en el tratamiento de la diabetes.
LRP3, una proteína prácticamente desconocida hasta ahora, disminuye los niveles de la proteína precursora amiloide y de beta amiloide, ambas implicadas en la formación de placas en el cerebro de las personas con esta enfermedad neurodegenerativa.
Un artículo publicado en Science confirma la hipótesis de que algunos individuos con mayor riesgo de morir por el SARS-CoV-2 tienen errores en su sistema inmunitario, en concreto, un fallo en la señalización del interferón tipo I. “La identificación precoz de pacientes con estos autoanticuerpos permitiría administrar un tratamiento preventivo contra la enfermedad grave”, dice Paul Bastard, su autor.
La ‘paciente de Nueva York’, como se la conoce para mantener su privacidad, ya no toma medicación antirretroviral y permanece asintomática y sana, según han asegurado investigadores de EE UU en una conferencia celebrada este martes en Denver.
Un estudio muestra la remisión a lo largo de 10 años de la leucemia linfocítica crónica en dos estadounidenses, gracias a un tratamiento con sus propias células inmunitarias modificadas desarrollado por investigadores de la Universidad de Pensilvania. Estos casos proporcionan información sobre la duración de los efectos de esta terapia.
El 31 de enero de 2020 el Centro Nacional de Microbiología confirmaba el primer caso positivo por el coronavirus SARS-CoV-2 en España. Semanas después, el intensivista Juan Mora Ordoñez veía entrar en la UCI del Hospital Regional Universitario de Málaga a su primera paciente de covid-19 y los ojos se le empañaban. Empezaba una crisis que está siendo la más dura del último siglo en el ámbito sanitario.
Un estudio realizado con pacientes de covid-19 ingresados en cinco hospitales públicos españoles durante la primera ola demuestra que, ocho meses después del alta, las mujeres padecían más síntomas de fatiga, disnea, dolor, pérdida de cabello, problemas oculares, depresión y peor calidad del sueño que los hombres.