Este viernes se ha lanzado con éxito la misión Axiom-1 desde Cabo Cañaveral (EE UU) utilizando un cohete y una nave de SpaceX. A bordo viajan cuatro tripulantes, comandados por el hispanoestadounidense Miguel López Alegría, para realizar diversos experimentos científicos y actividades divulgativas en el complejo orbital durante la próxima semana.
Ingenieros y científicos españoles llevan quince años desarrollando uno de los instrumentos más sofisticados con que el vehículo robótico de ExoMars debía buscar indicios de vida en el planeta rojo. Ahora no creen que llegue a volar.
Tras evaluar la situación derivada de la invasión de Ucrania por parte del Gobierno de Putin, el consejo rector de la Agencia Espacial Europea ha reconocido que es imposible seguir adelante con la misión ExoMars, una colaboración con la agencia rusa Roscosmos que tenía previsto lanzar en septiembre un rover a Marte para buscar signos de vida.
Hoy en día la Estación Espacial Internacional (ISS) depende completamente de Rusia para mantenerse en órbita. Las naves de Space X, que contrata la NASA, transportan astronautas pero no pueden impulsar a la ISS para que mantenga su altura. Se espera que sí pueda hacerlo una nueva nave americana, Cygnus, que ya ha realizado con éxito un test de propulsión.
La NASA ha aprobado quiénes serán los cuatro tripulantes de Axiom Mission 1, la misión que está previsto viaje a la Estación Espacial Internacional a finales de marzo. Al mando estará el astronauta hispano-estadounidense Miguel López Alegría.
Este año el rover de la misión ExoMars despegará hacia el planeta rojo, se pondrá en órbita lunar la misión Artemis I con una nave de la NASA y un módulo de servicio europeo, el telescopio Webb facilitará sus primeras imágenes y se presentará la siguiente promoción de astronautas de Europa. El director general de la Agencia Espacial Europea, Josef Aschbacher, lo ha explicado este martes en una rueda de prensa.
La NASA ha lanzado este lunes el noveno satélite de observación terrestre de Landsat. En activo desde 1972, el programa permite monitorizar los cambios que ha experimentado la Tierra durante los últimos 50 años, un trabajo fundamental para rastrear el impacto de la crisis climática.