Un equipo de investigadores hispano-marroquí ha desarrollado una técnica ecológica para reducir la contaminación de pesticidas en las aguas mediante la aplicación de desechos orgánicos naturales, como los huesos de aceitunas o de dátiles, y hojas de plantas, como las de la jara o el rábano. Esta nueva receta podría ayudar a reducir este problema sanitario y medioambiental.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han realizado una nueva estimación del caudal ecológico que necesita el río Lozoya, afluente del Jarama (Madrid), para mantener sus poblaciones de peces autóctonos en condiciones óptimas.
Un equipo de científicos del Departamento de Ingeniería Rural y Agroalimentaria de la Universidad Politécnica de Valencia ha desarrollado un prototipo de proyector de rayos ultravioleta C para la desinfección y reutilización de aguas sobrantes (lixiviadas) de cultivos hidropónicos de invernaderos. La reutilización de efluentes del riego en este tipo de cultivos puede representar un ahorro de hasta un 20% tanto en agua como en fertilizantes, con la ventaja de no contaminar por ausencia de vertidos.
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha demostrado que al aplicar alperujo, uno de los residuos de la producción de aceite de oliva, a suelos contaminados con tricloroetileno se consigue una notable reducción del contaminante. El estudio supone a la vez una solución para la gestión del alperujo y para el tratamiento de suelos contaminados con hidrocarburos. La investigación aparece publicada en la revista Environmental Science & Pollution Research.
La investigación en el ámbito de las energías se ha convertido en uno de los retos del nuevo siglo, dados los problemas medioambientales y la demanda y consumo creciente en un mundo en el que la electricidad es algo casi ubicuo. En este contexto, la energía solar se presenta como uno de los actores dispuestos a pasar de un papel secundario a otro protagonista. Una de las claves para conseguirlo se encuentra en diferentes desarrollos científicos que están en marcha, algunos de ellos en el seno de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M), que pueden mejorar la eficiencia de estos sistemas.
El principal problema al que se enfrentan los responsables de controlar la presencia de radioactividad en la chatarra son las importaciones de este tipo de material procedentes de otros países, según reflejan las conclusiones de la conferencia internacional sobre control y gestión de material radiactivo organizada esta semana por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en Tarragona. La presidenta del CSN, Carmen Martínez Ten, ha clausurado hoy esta conferencia en la Universidad Rovira i Virgili.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid realizan una vigilancia global y periódica de nuestro planeta mediante la observación de su superficie desde satélites. Esta observación revela que la teledetección espacial puede proporcionar información básica para la gestión ambiental y la prevención de incendios forestales.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha presentado hoy ante los medios la novedades de su página web, que se renueva con el objetivo de aumentar su transparencia y comunicación con la sociedad. Los responsables de la web, que estará disponible en unas horas, han mejorado su accesibilidad, han aumentado los contenidos divulgativos y han incluido una oficina virtual.
Un equipo de investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) ha desarrollado una metodología que permite evaluar con antelación los impactos ambientales que se producen durante la construcción de edificios. Antes de comenzar una obra, y sólo con los datos del proyecto, el nuevo método permite predecir hasta 37 impactos ambientales, una información que según sus creadores podría ayudar a mejorar la gestión ambiental en los procesos de edificación.
Ya se puede predecir el impacto ambiental de la construcción de edificios