Hace una década Carmen Gabaldón impulsó con otros tres profesores de la Universidad de Valencia un grupo de investigación dedicado al desarrollo de tecnologías sostenibles para el tratamiento de emisiones industriales en aire y agua. Actualmente, coordina un proyecto europeo dotado con un millón de euros que emplea microorganismos para depurar el aire de contaminantes atmosféricos de origen industrial y en breve arrancará una iniciativa pionera en el mundo donde se propone transformar esas emisiones en bioenergía.
Un equipo de investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha sintetizado nanopartículas semiconductoras de cadmio y selenio para añadirlas a compuestos poliméricos. La variación del tamaño de las nanopartículas permite modificar las propiedades optoeléctricas del producto final.
Una investigación con la colaboración del CSIC ha desarrollado un método para separar moléculas especulares, es decir con la misma estructura pero invertida como si de un espejo se tratara. El trabajo abre el camino para el diseño de materiales con una utilidad química específica que pueden ser de utilidad para ciertos sectores, como la industria farmacéutica .
Un equipo del Centro de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (UPV-UV) en Valencia ha desarrollado un dispositivo para detectar y cuantificar la presencia de TNT en suelos y disoluciones. El dispositivo se podría aplicar para otros explosivos en el futuro.
Un equipo de las universidades Politécnica de Madrid y de Linköping (Suecia) han desarrollado un biosensor de glucosa con alta sensibilidad y respuesta electroquímica. Estas características le confieren un gran potencial para su aplicación en el diagnóstico clínico.
Investigadores españoles han diseñado en laboratorio un nuevo dispositivo inteligente para la detección rápida y precisa de explosivos nitroaromáticos como el trinitrotolueno (TNT) en disoluciones o suelos contaminados con estas sustancias. El dispositivo consiste en un sensor colorimétrico cuya fluorescencia o color cambian ante la presencia del explosivo.
Las hojas de madroño ayudan a producir nanopartículas de plata. Imagen por Beamillion.
Un equipo de investigadores de Grecia y España ha logrado sintetizar nanopartículas de plata, de gran interés por sus aplicaciones en biotecnología, empleando un extracto de hojas de madroño. La nueva técnica es ecológica, sencilla, barata y muy rápida.
Investigadores del CISC han diseñado catalizadores artificiales capaces de realizar de los procesos biológicos que median las enzimas en condiciones más extremas que las normales. Según los científicos, estas moléculas podrían tener aplicaciones futuras en la producción de combustible derivado de biomasa.