Investigadores de la Universidad de Extremadura han aplicado la ciencia e ingeniería de los materiales al estudio del desgaste dental, creando modelos que permiten conocer la fuerza de masticación según las marcas observadas en las piezas. Esta información resulta de utilidad tanto para los dentistas como para los paleontólogos, ya que con ella se puede saber cómo era la dieta de nuestros ancestros y los antiguos mamíferos.
Investigadores del Instituto de Ciencia de Materiales de Barcelona han desarrollado la primera técnica que permite dotar de color estructural, no por pigmentos, a un derivado de la celulosa. El método se basa en la nanoestructuración del material y se podría aplicar desde el embalaje de productos hasta detectores, sensores o etiquetas biodegradables para la industria alimentaria.
Un equipo internacional con participación de la Universidad Carlos III de Madrid ha desarrolado una nueva teoría para explicar la fractura dinámica de los materiales metálicos porosos. El estudio indica que el mecanismo clave que controla la fragmentación no se debe a la porosidad, como hasta ahora se creía, sino a la inercia. El hallazgo se podrá aplicar en la mejora del diseño de estructuras para el sector aeroespacial, la seguridad civil y el transporte, según los autores.
Una investigadora de la Universidad Politécnica de Madrid ha desarrollado un nuevo tipo de asfalto más ecológico. Su proceso de fabricación consigue disminuir el consumo de recursos naturales y de energía, así como las emisiones de gases de efecto invernadero.
Algunos tejidos biológicos tienen la capacidad de aumentar su rigidez y cambiar su color dependiendo de la tensión que se les aplique. Hasta ahora, la unión de ambas propiedades en un mismo material sintético había supuesto todo un reto. Un grupo de investigadores estadounidenses ha utilizado polímeros para el desarrollo de un elemento que presenta variaciones en estas dos cualidades según la presión aplicada. La técnica imita el comportamiento de un camaleón.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid han ideado un método para mejorar el aislamiento y absorción de los materiales de construcción utilizando un residuo vegetal: huesos de aceituna carbonizados. Este desecho de la producción de aceite de oliva también aumenta las propiedades térmicas y acústicas de los materiales.
Cuando se coloca una capa de grafeno encima de otra con un ángulo de rotación de 1,1 grados, las propiedades electrónicas del sistema se asemejan a las de algunos materiales superconductores. El avance, que algún día podría aplicarse en transistores superconductores y computación cuántica, lo acaba de presentar el físico español Pablo Jarillo y otros científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts, en EE UU.
Investigadores del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (CSIC) y científicos franceses han comparado las propiedades físicas de un cristal, el nitruro de boro hexagonal, según esté integrado por isótopos puros de boro-10 o boro-11. De esta forma se ha observado por primera vez cómo el cambio de un isótopo influye sobre los enlaces de van der Waals, fuerzas residuales que se establecen entre las capas atómicas.
Investigadores de la Universidad Jaume I de Castellón han desarrollado un tipo de material con una resistencia a la erosión muy superior a los utilizados actualmente en la fabricación de aerogeneradores, así como nuevos recubrimientos también de elevada durabilidad. El avance se enmarca dentro del proyecto AeroExtreme, liderado por la empresa Siemens Gamesa.