A primera vista, el texto parece optimista y cumple con varias de las expectativas debatidas desde hace meses por los países. Sin embargo, no es más que un borrador. A lo largo de la noche –que se anuncia “muy larga”- sabremos si sale adelante o no. Por ahora, queda la parte más difícil: que cada país analice punto por punto las propuestas, y mueva ficha.