Al menos 30 niños del estado oriental indio de Bihar han nacido ciegos o con sus extremidades amputadas porque sus madres bebieron agua contaminada con arsénico. La falta de agua corriente obliga a la población a extraer el agua del subsuelo. Pero en estos yacimientos hay sustancias como el arsénico en proporciones 40 veces superiores a las toleradas por el organismo. En los últimos tres meses otros veinte bebés han nacido con los mismos problemas sin que las autoridades hayan hecho nada para remediarlo.