Los cazadores prenden fuego al tronco donde se refugiaba un pangolín, incapaces de sacarlo. Asfixiado y agotado, este pequeño animal se rinde y su final es inminente y atroz. Las imágenes, grabadas con un móvil, han permitido a científicos de la Universidad de Oxford analizar las técnicas de caza ilegal de este mamífero, protagonista del #Cienciaalobestia y perseguido por sus escamas para la medicina tradicional asiática.