Aceptamos más la agresión si creemos que el agresor se siente atacado, amenazado o herido. Además, los hombres tienden a justificar más la violencia y a utilizarla como medio para conseguir sus objetivos. Éstas han sido las conclusiones de una investigación realizada por científicos de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad René Descartes de París.