La reciente publicación del genoma de la planta carnívora Utricularia contradice la hipótesis que sostiene que los organismos más complejos requieren grandes cantidades de ADN no codificante.
Científicos del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) han medido las propiedades de un cuerpo frágil y volátil sin dañarlo, con un método basado en la mecánica cuántica. Es la primera vez que esta medición cuántica no destructiva se ha realizado con un objeto material. Los resultados superan el límite cuántico, que predice la cantidad máxima de información que se puede obtener con una medida tradicional.