La imagen de esta noticia puede parecer engañosa. El jabalí de la fotografía no yace muerto en el suelo, ni la mangosta que está subida sobre su lomo está devorando los restos del cerdo. Todo lo contrario. El jabalí verrugoso ha aprendido a tumbarse frente a las mangostas para que estas le acicalen y le despojen de los molestos parásitos. Ambos mamíferos son protagonistas de la sección #Cienciaalobestia.