Un estudio internacional, publicado en el 'New England Journal of Medicine', ofrece información sobre los subgrupos de pacientes con ictus que podrían beneficiarse de los tratamientos endovasculares. Los resultados evidencian que por cada 30 minutos de retraso en el acceso al tratamiento, disminuyen un 10% las posibilidades de recuperación funcional.
La Universidad Cornell ha dado a conocer un trabajo de investigación en el que han desarrollado una oreja artificial apoyándose en la impresión 3D y en el uso de células de cartílago natural. Gracias a este avance, los científicos esperan poder realizar el primer implante de estas características en el año 2016.