El tratamiento continuo de los ratones jóvenes con antibióticos afecta a las comunidades microbianas de su estómago y provoca un aumento de la masa grasa, según un estudio publicado esta semana en la revista Nature.
Un medicamento antimicótico barato, el tiabendazol, retarda el crecimiento de los tumores y se muestra prometedor como tratamiento contra el cáncer. El estudio de estas propiedades se ha desarrollado a partir de la relación genética entre la levadura, las ranas, los ratones y los seres humanos.