El alcaudón chico, la cerceta pardilla, el urogallo cantábrico, la náyade auriculada o margaritona, la nacra, la jara de Cartagena y el visón europeo son las siete especies que fueron declaradas ayer en situación crítica por el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. A pesar de reconocer el grave peligro de estos animales, los ecologistas piden también la financiación adecuada para evitar la inminente extinción de estas especies.
Durante un proceso de inflamación, las células del sistema inmune llamadas glóbulos blancos o leucocitos se acumulan para reparar el tejido, produciendo sustancias que generan dolor. Pero además producen péptidos opioides endógenos capaces de aliviar el dolor. Investigadores de la Universidad de Granada demuestran en ratones que gracias a una proteína presente en las neuronas se puede incrementar la acción de los péptidos para que los leucocitos alivien el dolor que se siente cuando un tejido está inflamado.
Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana y el Instituto de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria han analizado los restos prehistóricos del yacimiento cántabro de El Cuco. Los resultados revelan que la población neandertal consumía recursos marinos, como lapas y erizos, en la costa del Golfo de Vizcaya hace unos 45.000 años.
Expertos de IBM Research de Zúrich y del Instituto de Física Teórica de Madrid, entre otras instituciones, han observado un fenómeno en la Tierra que se pensaba que solo había ocurrido a distancias de cientos de años luz. Los investigadores han observado un efecto cuántico conocido como anomalía axial-gravitacional, que rompe una de las leyes clásicas de conservación, como la carga, la energía y el momento lineal. El resultado podría conducir a un modelo más completo para la comprensión del universo primitivo y para mejorar el proceso de conversión de energía en aparatos electrónicos.
En el interior del cráter de un volcán de la isla Graciosa en el archipiélago de las Azores, en el océano Atlántico, un equipo internacional de investigadores ha descubierto los huesos de una nueva especie extinta de pájaro cantor, un camachuelo al que han denominado Pyrrhula crassa. Los restos se han localizado en una pequeña cavidad por la que fluyó la lava. Esta ave desapareció hace siglos, debido a la colonización humana de las islas y a la introducción de especies invasoras.