Los pacientes con enfermedad de Parkinson avanzada que reciben tratamiento quirúrgico (estimulación cerebral profunda) y farmacológico consiguen una mejor calidad de vida y una mejora más notoria de la movilidad y de la actividad cotidiana al cabo de un año que los pacientes que reciben únicamente tratamiento farmacológico.Así lo confirma un estudio internacional que será publicado en la edición de junio de la revistaThe Lancet Neurology.