Investigadores de varias partes del planeta han ayudado a resolver uno de los misterios del mundo antiguo que más ha perdurado: por qué los habitantes de Madagascar hablan malgache, una lengua malayo-polinesia, región situada al menos a 6.000 km de distancia del país insular. Por primera vez, los científicos han hallado evidencias arqueológicas de que los colonos del sur de Asia llegaron a la isla hace más de mil años.
Para poder ser etiquetados como productos libres de gluten, los alimentos no deben superar los 20 miligramos de gluten por kilo. Sin embargo, algunos pacientes son muy sensibles y ni siquiera toleran estas cantidades. Un nuevo método, ideado y patentado por la Universidad de Oviedo, permite distinguir la presencia de estas proteínas alergénicas en distintas familias de cereales, abaratando los costes y mejorando la detección.
El caballito del diablo considerado como el más primitivo del mundo vive en Australia y Tasmania, y se creyó extinto hace cuatro décadas. Pero está lejos de estarlo. Un investigador gallego ha observado a millares de estos insectos en uno de los pocos hábitats en los que se ha detectado y revela un comportamiento sexual único, que no está solo enfocado a la reproducción.
Un estudio de Universidad Pompeu Fabra de Barcelona ha demostrado que los museos y ferias de ciencia tienen efectos positivos en el sistema educativo y en la identidad e imagen de las ciudades en las que se ubican. La investigación ha estado financiada por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.
Casi doscientos años después del descubrimiento de una especie de mosca de las flores en la zona central de Brasil, un equipo de científicos con participación española, demuestra por primera vez que las larvas de este insecto consiguen alimentarse de las presas atrapadas en las pegajosas hojas de las plantas carnívoras. Se trata del primer caso de insectos comensales 'no invitados' de este tipo de plantas llamadas atrapamoscas.
Aunque no lo parezca, los hongos y los animales, son parientes cercanos y comparten una gran parte de nuestra historia evolutiva. Los hongos, como nosotros, tienen muchos sentidos que les permiten percibir señales del ambiente que les rodea, además, muchos reaccionan a la luz, la gravedad y el tacto.
Un equipo de la Universidad Politécnica de Madrid ha diseñado una red inalámbrica de sensores para la prevención y extinción de incendios forestales. La iniciativa forma parte de un proyecto que está desarrollando un sistema multidisciplinar que integrará datos captados por diferentes fuentes como satélites, medios aéreos y sensores terrestres, con el fin de mejorar las gestión de estos siniestros.