Casi doscientos años después del descubrimiento de una especie de mosca de las flores en la zona central de Brasil, un equipo de científicos con participación española, demuestra por primera vez que las larvas de este insecto consiguen alimentarse de las presas atrapadas en las pegajosas hojas de las plantas carnívoras. Se trata del primer caso de insectos comensales 'no invitados' de este tipo de plantas llamadas atrapamoscas.
Un equipo de científicos ha descubierto un tipo larvas de moscas, de la familia de los sírfidos, que viven en lo que probablemente es el hábitat más peligroso para la supervivencia de un insecto: las hojas pegajosas de una planta carnívora.
Las hojas de las droseras, también llamadas plantas atrapamoscas o “hierbas del rocío”, están cubiertas por numerosos tentáculos que segregan una pegajosa solución transparente que simula el aspecto de una gota de rocío brillando al sol. Estas hojas constituyen una trampa mortal para muchos insectos pero, donde otros insectos se atascan y se convierten en alimento para la planta carnívora, otros pueden moverse sin aparente dificultad. Es el caso de las larvas estudiadas.
El hallazgo, publicado en la revista científica PLoS ONE, parte de la colaboración de entomólogos y botánicos alemanes, brasileños y españoles, entre los que se encuentran Celeste Pérez y Santos Rojo, del departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales de la Universidad Alicante.
“Estas larvas se alimentan de las presas capturadas por las droseras y pasan toda su etapa larvaria viviendo como comensales no invitados de la planta", explica Rojo. Cuando finalizan su desarrollo, las larvas se desplazan al crecer a la parte inferior de las hojas que, al no ser pegajosa "no supondrá ningún peligro para la continuación de su ciclo biológico”, añade el investigador.
Para los científicos se trata de un hecho insólito ya que esta especie de mosca fue descrita en Brasil en 1836, pero han pasado 180 años para que sus larvas, su modo de alimentación y su ciclo biológico hayan sido documentados por primera vez.
Es el primer caso conocido de insectos comensales en este tipo de plantas en Sudamérica, donde solo se conoce la existencia de animales que viven en el interior de plantas carnívoras que capturan a sus presas mediante estructuras en forma de recipientes resbaladizos. “La biología de esta inusual relación insecto-planta debe ser estudiada en profundidad en un futuro próximo ya que representa un nuevo modo de alimentación importante tanto desde un punto de vista ecológico como evolutivo”, insisten.
Celeste Pérez y Santos Rojo destacan la importancia de la colaboración multidisciplinar llevada a cabo en este trabajo. “La colaboración ha permitido la aplicación simultánea de técnicas avanzadas de microscopía electrónica para el estudio de la morfología larvaria asociadas a técnicas de biología molecular y biología de campo para desvelar este pequeño enigma oculto casi doscientos años”.
Las misteriosas moscas de las flores
Los sírfidos, comúnmente conocidas como moscas de las flores o cernidoras, son insectos dípteros de la familia Syrphidae que, a pesar de carecer de aguijón o mandíbulas con veneno, imitan la coloración de abejas y avispas para protegerse de sus depredadores. Muchas especies de este tipo de mosca son organismos muy útiles en la agricultura ya que se alimentan de pulgones y otras plagas con interés económico.
Sin embargo, los pulgones son relativamente raros en Sudamérica donde existe una inmensa biodiversidad de especies de sírfidos. Por ello, las larvas depredadoras de algunas especies se transformaron en “vegetarianas” alimentándose de polen, minando hojas, otras capturan larvas acuáticas de mosquitos, pero se sigue desconociendo la biología y dieta de la mayor parte de este tipo de dípteros presentes en esta zona del mundo.
Referencia bibliográfica:
Fleischmann, A., Rivadavia, F., Gonella, P.M., Pérez-Bañón, C., Mengual, X. & Rojo, S. (2016). “Where is my food? Brazilian flower fly steals prey from carnivorous sundews in a newly discovered plant-animal interaction”. PLoS ONE, doi:10.1371/journal.pone.0153900
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