Por primera vez, una investigación ha demostrado sobre el terreno que, dentro de una misma especie de ave, las que no migran son más dominantes que las que sí lo hacen. El estudio, dirigido por la Universidad Complutense de Madrid, se ha centrado en las currucas capirotadas de los sotos del río Serpis (Alicante). Las residentes sacan su vena más agresiva frente a las migradoras para defender sus territorios y sus fuentes de alimentación.
Para los herrerillos, el invierno es la época más dura del año y en este estudio han comprobado que la reducción de las precipitaciones en el Mediterráneo no solo influye en sus posibilidades para sobrevivir sino que disminuye su diversidad genética. La pérdida de diversidad genética de las especies afecta a su potencial evolutivo y su futura supervivencia.
Las aves realizan un largo y peligroso viaje cuando migran y lo planifican según las circunstancias. Un equipo de científicos, que ha seguido los desplazamientos de tres especies en tiempo real, ha analizado cómo las aves ajustan su periplo con los recursos alimenticios que detectan en su ruta. Los resultados revelan que las aves contribuyen a regular los ciclos de energía de los ecosistemas, pero para finales de siglo, tendrán más dificultades en encontrar alimento, según las proyecciones climáticas.
Tras la última glaciación, los juncos, pequeñas aves del centro y norte de América, se han diversificado en menos de 15.000 años, según un estudio que ayuda a entender cómo se forman especies nuevas a partir de otras ya existentes, uno de los retos de la biología evolutiva.
En contra de lo que se pensaba, el periodo de incubación de los huevos de dinosaurio se parecía más al de los reptiles actuales que al de las aves. Tras analizar los dientes de varios embriones fósiles, se ha comprobado que tardaban entre tres y seis meses en salir del cascarón. Los resultados sugieren que la incubación prolongada pudo ser un factor más en la extinción de los dinosaurios.
Salir del huevo en un nido situado cerca de un merendero coincidiendo con un día festivo –con afluencia masiva de visitantes– perjudica al desarrollo de los polluelos. Es la principal conclusión de un estudio de la Universidad Complutense de Madrid en el que han analizado la salud de las crías de herrerillo común nacidas en 138 cajas nido colocadas cerca de merenderos o en zonas tranquilas de un bosque de la Sierra de Guadarrama (Madrid).
Ilustración del ave Vegavis iaai sobrevolando las costas de la isla Vega en la Antártida con un dinosaurio al fondo. / Nicole Fuller/Sayo Art for UT Austin.
Un estudio realizado en el Parque Natural del Montseny, en Barcelona, apunta al abandono de las prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales de la zona como un factor responsable de la notable pérdida en poblaciones de aves comunes que requieren de hábitats abiertos como los espacios de cultivo. En 12 años se ha producido un descenso poblacional del 44% de este tipo de aves.
La península ibérica es una de las áreas mediterráneas donde más bosques se han reforestado en los últimos años. Para comprobar cómo se adaptan las aves a la reforestación, un equipo de científicos, con la colaboración del Museo nacional de Ciencias Naturales, ha estudiado la diversidad de pájaros en pinares reforestados o naturales. Los científicos demuestran que en los bosques naturales el número de especies es mayor y advierten del riesgo de homogeneizar el paisaje con pinares.