Daniel García, investigador del Departamento de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo, ha observado junto con Regino Zamora de la Universidad de Granada, y Guillermo Amico de Imbioma-Conicet (Argentina), que la abundancia de aves que se alimentan de frutos es un buen indicador del proceso de dispersión de semillas de árboles y arbustos a lo largo del paisaje del bosque cantábrico, el monte bajo mediterráneo y el bosque patagónico. El trabajo se ha publicado en Conservation Biology, la revista científica más citada en su campo.
Alcaudón real (Lanius excubitor), una de las especies de aves estudiada.
Pardela cenicienta (Calonectris diomedea) a su paso por Gran Canaria.
Un equipo de investigadores del Grupo de Ecología Terrestre de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha revelado cómo las medidas agroambientales diseñadas y aplicadas para mejorar el estado de conservación de algunas aves vinculadas a medios agrarios pueden resultar ineficientes o incluso perjudiciales para otras especies.
Aves como elalcaudón dorsirojo (Lanius collurio), amenazada en Europa, alcanzan su máxima abundancia entre los 10 y 19 años después del fuego.
Quema controlada en el Pirineo catalán.
Expertos de ONGs y asociaciones conservacionistas se reunieron el 21 y 22 de junio en Valsaín (Segovia) en el marco del Proyecto Life + “Acciones contra el veneno”, coordinado por SEO/BirdLife, para fijar nuevos planes de acción contra el uso ilegal de veneno en el medio natural.
Milano real (Milvus milvus).