Estudiar el papel de los productos de origen marino en los ecosistemas de la Antártida y valorar cuál es su potencial farmacológico son los objetivos principales de la nueva campaña científica Actiquim-II, que dará comienzo en diciembre.
Investigadores españoles han estudiado la concentración de metales pesados y elementos traza presentes en las plumas de tres especies de pingüinos antárticos. Sus resultados se han publicado este mes en la revista Environmental Pollution, especializada en procesos ambientales y efectos de los contaminantes.
Se firma en Madrid el Acuerdo por el que se declara a la Antártida reserva natural para la paz y la ciencia
Hace unos 125.000 años, durante el último periodo interglaciar, el nivel del mar era al menos cuatro metros más elevado que en la actualidad, pero en ese periodo las temperaturas eran similares a las que se prevén a finales de siglo XXI. Un equipo estadounidense ha analizado el estado y el comportamiento de los casquetes de hielo de ambos polos en el pasado y concluye que el hielo de Groenlandia es más estable de lo que se pensaba y el de la Antártida más inestable.
Un estudio internacional de científicos demuestra que a lo largo del siglo XXI las aguas entre los 200 y 500 metros de profundidad alrededor de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida se calentarán entre 1,7 y 2 ºC, y 0,5 y 0,6 ºC, respectivamente. Este calentamiento proyectado por los investigadores acelerará la pérdida de hielo y el nivel del mar aumentará en un metro de forma global a finales de siglo.
Un equipo internacional dirigido por investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) describe, por primera vez, la distribución de la garrapata Ixodes uriae en la costa occidental de la península Antártica
Cascada en la plataforma Larsen de la Antártida.
Las especies de las profundidades marinas están colonizando la plataforma continental antártica, ecosistema que había permanecido estable bajo una capa de hielo durante los últimos 1.000 años y que ha quedado liberado tras el colapso de más de 10.000 km² de hielo en los últimos 15 años. Así lo confirma un equipo internacional de investigadores, con participación del CSIC, que ha estudiado durante 70 días los efectos del cambio climático en la Antártida.