En la cima de un volcán extinto en el estado de Puebla, México, se encuentra el radiotelescopio más grande de su tipo: un coloso que, con su antena de 50 metros, busca emisiones de radio emitidas por antiguas galaxias, nebulosas y discos protoplanetarios; así como cazar al gran agujero negro que anida en el centro de la Vía Láctea. En enero de 2018 comenzará a funcionar a toda capacidad.
En agosto de 2017, los detectores LIGO-Virgo registraron unas ondas gravitacionales muy diferentes a las que los científicos estaban acostumbrados: iban acompañadas por luz. Apoyados por más de setenta observatorios terrestres y espaciales, los investigadores acaban de revelar que las señales procedían de la fusión de dos estrellas de neutrones, la primera detectada en la historia.
La relación entre la densidad y la presión que ejerce la energía oscura, esa misteriosa fuerza que acelera la expansión del universo, se ha visto modificada durante la historia del universo. Así lo recoge un estudio internacional basado en datos cosmológicos y en el que ha participado un investigador de la Universidad de Córdoba.
Astrónomos de España y EE UU han determinado la estructura en tres dimensiones de la emisión molecular de una supernova. Esto significa que han podido observar en 3D los restos de la estrella tras su explosión, algo que no había sido posible hasta ahora. Los investigadores han utilizado el radiotelescopio ALMA, situado en Atacama (Chile), para estudiar el centro de la SN 1987A.
A 5.000 metros de altura en el desierto de Atacama, al norte de Chile, el radiotelescopio de longitudes milimétricas más potente de la historia celebra media década de vida. Sus 66 antenas, operativas y desplegadas, están listas para embarcarse en nuevos proyectos que desvelen los secretos aún por descubrir del frío universo donde se forman las estrellas.
La NASA restablece contacto con la misión STEREO