La investigación científica es un viaje hacia territorios desconocidos del conocimiento, pero a veces este reto intelectual se convierte también en una aventura vital. Esto es lo que supone participar en IceCube, un detector de neutrinos que, además de profundizar en las propiedades de esta misteriosa partícula, requiere pasar meses de aislamiento en plena Antártida, con temperaturas rondando los -70°C y en completa oscuridad. Es lo que está a punto de vivir el investigador Carlos Pobes, el primer español seleccionado para vivir el invierno antártico operando este experimento.
El Laboratorio Subterráneo de Canfranc, la Universidad Autónoma de Madrid, el Instituto de Física Corpuscular (CSIC-UV) y Acciona participan en el proyecto europeo de creación del 'Gran Instrumento para la Gran Unificación y Astrofísica de Neutrinos' (LAGUNA, por sus siglas en inglés), cuyo diseño se debate esta semana en el CERN. El propio Laboratorio de Canfranc es uno de los siete aspirantes a albergar la instalación.
Los resultados del experimento internacional OPERA, en el que participan más de 150 investigadores, parecen indicar que neutrinos enviados desde el CERN en Ginebra (Suiza) hasta el laboratorio Gran Sasso (Italia) han viajado a una velocidad ligeramente superior a la de la luz. La confirmación de los datos supondría un reto a las leyes de la Física establecidas por Einstein, por lo que los investigadores han solicitado a la comunidad científica que corrobore el experimento y verifique si las mediciones son correctas.
El organismo que opera el mayor acelerador de partículas del mundo, el LHC, impulsa el intercambio de conocimientos en el diseño electrónico aplicado a este tipo de máquinas. Con esta iniciativa se pretende mejorar la calidad del diseño de hardware en aceleradores mediante la revisión por pares promovida por el acceso libre a la información.
El mayor acelerador de partículas del mundo registra 70 billones de colisiones en lo que va de año, abriendo la puerta al descubrimiento de “nueva física”. Que haya logrado este hito en tres meses de funcionamiento revela su magnífico funcionamiento, según los científicos del Centro Europeo para la Investigación Nuclear (CERN). Los resultados se presentarán en congresos científicos este verano.
Gabriela Llosá (Madrid, 1975), investigadora del Instituto de Física Corpuscular (IFIC), ha sido galardonada en la séptima edición de los Premios Idea de la Fundación Ciudad de las Artes y las Ciencias Comunitat Valenciana en la categoría de Tecnologías. La científica madrileña trabaja en la creación de un telescopio de reconstrucción de imágenes para la terapia hadrónica, una técnica de radioterapia que se aplica a algunos tipos de cáncer.
El Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN) entrega sus primeros premios de divulgación científica en un acto celebrado en la sede central del CSIC de Madrid. En esta primera edición, organizada en colaboración con la Fundación General CSIC, se ha presentado medio centenar de trabajos de España e Iberoamérica.
Tras la retirada de la NASA del proyecto LISA, la Agencia Espacial Europea inicia los pasos para adaptar a un nuevo escenario la misión, cuyo objetivo es la detección de señales de diferentes fuentes de radiación gravitatoria. Científicos del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC) y la Universitat de les Illes Balears participan en el proyecto con el apoyo del Centro Nacional de Física de Partículas, Astropartículas y Nuclear (CPAN), Consolider 2010.
Científicos del Instituto Gallego de Física de Altas Energías participan en la coordinación de la primera publicación del experimento dedicado a la física del quark b en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) sobre la búsqueda de nuevas partículas distintas a las propuestas en el Modelo Estándar. En LHCb participan también investigadores de la Universidad de Barcelona y la Universidad Ramón Llul.
Un experimento del acelerador Tevatron (EE UU) encuentra un resultado inesperado en los datos que apunta más allá del Modelo Estándar. En la colaboración internacional que firma el análisis hay participación de tres instituciones españolas: el Instituto de Física de Altas Energías de Barcelona, el Instituto de Física de Cantabria y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas.